lunes, 26 de marzo de 2012

RELIGIÓN Y CIENCIA




Piadoso lector:
Aquí estoy, de nuevo, hablando sin ser interrumpido. Si me prestas atención, te contaré…
Que ya es primavera, que mi hija se encuentra entusiasmada preparando el viaje de estudios camino de Roma y que me dispongo a escribirte una nueva carta.
Esta vez opinaré para mejorar la percepción social de la ciencia aunque, muchas veces, lo que interesa a las personas son más las informaciones mediáticas que las sesudas reflexiones, sean éstas sobre la salud, la naturaleza o el tiempo.

Los avances científicos conllevan exigencias éticas, nuevos retos que nos obligan a comunicar dichos descubrimientos a la sociedad, a un ciudadano que exige una explicación de las cosas (en medicina está el “power patient”, el poder del paciente). Además, dicha información ha de ser transmitida con confianza, veracidad y transparencia. Pero… ¿qué verdad?

El pasado fin de semana leía, en el Diario de Burgos, una entrevista al Obispo Burgalés de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, Ilmo. Sr. D. Raúl Berzosa, en la que manifestaba que ciencia y religión no eran excluyentes. Y estoy de acuerdo con este enunciado del humilde vigilante. Y digo humilde porque su jurisdicción apenas alcanza las 35.000 almas; y vigilante, por el cargo –aunque no puedo disimular una sonrisa cuando pienso en mi colega, el epidemiólogo de Soria, también vigilante, cuando le espetamos que goza del privilegio o bula de poder prescindir de las tasas ya que su jurisdicción para la vigilancia epidemiológica apenas alcanza las 100.000 almas.

Existen coincidencias entre religión y ciencia. La humildad es un bien en la religión, pero tanto más lo es en la ciencia donde la duda es la que nos ayuda a avanzar. La ciencia nunca da nada por definitivo y ahí radica, precisamente, el secreto de su éxito. Otra coincidencia es que ambas, ciencia y religión, hoy se ven perseguidas por defender argumentos universales y globalizados. Así que nos dice el Sr. Obispo que ciencia y religión son complementarias y compañeras de viaje en el misterio de la vida (como las golondrinas que ilustran el post). Compañeras sí, en buscar la verdad, pero ambas siguen un camino (método) distinto y aquí radica la principal diferencia.

También me llamó la atención su propuesta filosófica por la que jerarquiza al hombre según su nivel de pasiones: el erotismo –la más baja-; el poder político, después; luego la ciencia; más tarde el arte y, por último, el misticismo –la pasión suprema, nos dice. Pero yo preferiría aquella otra taxonomía que nos ayuda a entender las cosas. Una visión de Einstein sobre el amor y el conocimiento: “al principio todo el conocimiento está puesto en el amor; después, todo el amor está puesto en el conocimiento”. O bien, parafraseando a Chéjov, aquello de “hay más amor al hombre en la electricidad que en la castidad”.
Vamos, que la vida del hombre más que medirla según un “índice de pasión” o “un “indicador de amor”, merece tratarse como una variable sintética en función de otras, como puede ser el camino o el método de adquirir conocimiento, que, como dice el obispo, no tiene por qué acercarnos ni alejarnos de Dios.

La religión se convierte, así, en una forma honrada de adquirir conocimiento y quienes se han entregado a la alabanza de Dios con sus virtudes han contribuido, también, al progreso común. Pero la religión sigue otros métodos en su búsqueda de la verdad, sigue otro camino como es el dogma y la autoridad.

También busca la verdad el arte –ese imaginar la realidad- que es fuente de inspiración para todos nosotros ya se trate de simplemente hacer bien las cosas, o de imitar a la naturaleza (realismo). Si queremos representar un mundo de soledad, de aislamiento, de angustia… ahí tenemos a Hopper, a Hitchcock, a los expresionistas.

Ciertamente, aunque siguen caminos diferentes, no son incompatibles ciencia y religión, bien sea la creencia en un Dios personal como en un Dios Einsteniano –metáfora de los secretos que esconde la naturaleza-.

Pero lo que verdaderamente le hará feliz al Ilmo. Sr. Obispo, como a mi hija, es aquello de "todos los caminos conducen a Roma".

lunes, 20 de febrero de 2012

BIRD WATCHING. JUANTXU: LAS AVES, EL COLOR DE SUS VIDAS



El pasado sábado 11 de febrero asistí en Burgos a la exposición “Las aves, el color de sus vidas” guiada por el autor, el profesor mirandés, licenciado en Bellas Artes, Juan Antonio García Pérez (Juantxu). Un viaje por el fascinante mundo de la ornitología que el naturalista cultiva mediante la fotografía con telescopio (digiscoping). Me acompañaron mis sobrinos Israel y Darío Yáñez, entusiastas aficionados a observar, contar –en sentido literal y en sus blogs- y fotografiar aves. En Quintanilla del Agua no somos pocos quienes nos consideramos apasionados de la naturaleza – Lolo Mata, Ángel Velasco, Fernando Román, Javier Santamaría… -, quizá imbuidos de aquel espíritu que nos transmitió el amigo Félix Rodríguez de la Fuente, o bien por las enseñanzas -también sobre el mundo de las aves- de quien fue nuestro maestro Don Daniel Sadornil (D.E.P.), o bien por esos parajes y ecosistemas que disfrutamos en el Arlanza.

Los pajareros únicamente necesitan ojos, oídos y cerebro para observar aves (birding), pero esta artística afición no está lejos de la ciencia ya que en cualquier estudio observacional siempre subyace una intencionalidad analítica. Y no son sólo unos nostálgicos y románticos de la biodiversidad y la protección de la naturaleza, sino que esta afición supone, además, una oportunidad para la ciencia popular, para involucrarse en proyectos como “BirdWorld”, de la Royal Society for the Protection of Birds, (www. rspb.org.uk), que cuenta con más de un millón de miembros Y que les permite participar en proyectos científicos de la naturaleza.

Aunque para nostalgia de pájaros las imágenes que guardo en la dulcedumbre memoria de mi infancia. Recuerdo al “tío Pajarero”, aquel hombre menudo, de tez lechosa, que veraneaba junto al bar Plácido-en la carretera- ataviado de un traje de lino blanquecino y sombrero Panamá a juego. A los chicos del pueblo aquel veraneante nos parecía otra ave exótica más entre aquellas que estaban de paso, como una golondrina trajeada entregada a su tarea diaria: ir a la Fuente de Vallidiez a cazar con liga los sietecolores, los colorines (como se conocen en Burgos los jilgueros). O qué decir de otra imagen, en sepia, de aquellas tardes en bicicleta, con mi primo Luis (D.E.P.), a la búsqueda y captura de nuestro ave del paraíso –el abejaruco- en los taludes del río Arlanza. O aquella otra, ahora en blanco y negro, de una tarde de domingo –íbamos por Jalón “el mellizo”, “el colorín”. Javier Santamaría y yo- en la que pude presenciar una pelea fantástica: dos parientes, un lagarto y una picaza, se disputaban encarnizadamente la rama de un árbol.
Sí, he dicho bien, parientes. ¿Acaso las aves no son otra cosa que reptiles o dinosaurios con alas? Fijémonos en las escamas de las patas de las gallinas, o en que ambas especies depositan huevos, o en las membranas nictitantes de los ojos –muy grandes a expensas del olfato-, o en que los glóbulos rojos de ambas especies contienen núcleo.
Y… ¿qué decir de las plumas? Pues que evolucionaron a partir de escamas y que su función originaria era la de dar calor antes que volar –nuevas estructuras suelen emerger de viejos genes-. Y la forma y el color de las mismas permiten el comportamiento social y sexual de las aves adquiriendo las funciones de cortejo y camuflaje (esas señales o semántica de los colores brillantes). Las aves presentan unos conos especiales en la retina que les permiten percibir desde colores infrarrojos (de longitud de onda hasta el mm, o radiaciones calóricas como las que emiten los mamíferos según su temperatura), hasta percibir radiaciones ultravioleta o luz negra (de longitud de onda de unos cientos de átomos que se hacen visibles con ciertos materiales como orina o sangre).
Con las explicaciones de Juantxu revivimos todas estas estrategias de supervivencia de las aves. Una tarde para la consiliencia entre la ciencia y el arte.

martes, 7 de febrero de 2012

KATMANDÚ: UN ESPEJO EN EL CIELO



El pasado jueves dos de febrero, la comunidad educativa de Burgos ha tenido otra oportunidad de disfrutar de una “premier” gracias al esfuerzo y al entusiasmo de quien ya consideramos nuestra maestra Julita Fernández, de ese proyecto de ensueño sobre cine y educación. Nos encontramos, de nuevo, ante otra película de Iciar Bollaín :”Katmandú, un espejo en el cielo”, de una directora con profunda sensibilidad social que no se resigna a las iniquidades de este mundo.

La película nos habla de muchas cosas: de educación sí, pero también de desigualdades, de pobreza, de tradición, de religión, de castas, de relaciones entre sexos, de tolerancia, corrupción... A mi me ha parecido un documental de gran belleza plástica que aborda temas sociales tan diferentes y difíciles, temas tan sensibles que corren el peligro de caer en el cliché o en el tópico porque, por ejemplo, no cabe únicamente analizar la situación de un país como Nepal desde las influencias de China (papel de un estado fuerte) o de India (influencia económica); o, de otra forma, en estos temas tampoco caben las ideologías izquierdas (se apropiaron de ideas fuerza como igualdad y ahora solidaridad) ó derechas (asociadas al liberalismo y el individualismo).

A mi juicio la aventura y el proyecto de Laia, la actriz que representa a la maestra catalana, lo que trata es hacernos reflexionar y motivar, como ciudadanos, sobre la conquista de un derecho -para no caer en la falacia naturalista de confundir el “deber ser con el ser”, pues los derechos no existen en la naturaleza, se conquistan-; derechos como la educación, que abren la puerta a otros derechos.

Sobre la igualdad cabe apuntar que es una quimera, algo imposible -como ocurre en biología-, por lo que se trataría de considerarla mas bien un medio que un fin. Igualdad de oportunidades para el acceso a una educación universal como derecho de desarrollo personal. Y mas que igualdad lo que se ve en todos los países es diversidad, pueblos nómadas, con otras religiones, lenguas… como el marido de Laia y su amiga Sharmila, que le dan una lección de realismo a esta maestra abnegada e individualista que llega con la misión altruista de arreglar el mundo, que les dice a las madres de las chabolas que si sus hijos no estudian únicamente podrán cargar arena.

Sobre el altruismo y la solidaridad entiendo que la maestra, como una Quijote, llega dispuesta a castigar agravios, enderezar entuertos y amparar doncellas. Hasta se casa por conveniencia y, aunque la historia acabe en un drama, la mayor recompensa de Laia será rescatar de los infiernos de la esclavitud sexual a una de sus alumnas.
Respecto del papel de la sociedad civil y de las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) me llamó la atención la escena, quizá por el laicismo militante actual en Europa, en la que se critica a la Iglesia (hoy perseguida en la India) cuando una monja impide a una niña ir al patio a cantar con las demás. Y es que muchas ONGs no están exentas de crítica ya que muchas son gubernamentales, subvencionadas y utilizadas por las administraciones y convertidas en mercado, pues aunque resulta paradójico siempre nos enorgullecemos de las ONGs y aborrecemos la política exterior de nuestros países.

La educación, además de conocimientos conlleva un discurso moral. Quizá Laia deja en Nepal su compromiso personal, ofrece su proyecto pedagógico pero, en este viaje personal, también ella se beneficia y aprende valores, como los de su marido (el cuidado de la familia), los de su amiga Sharmila (la tradición), los de las madres que sentencian aquello de que “si nuestros hijos no trabajan no comen”. En las sociedades tradicionales la mujer se lleva la peor parte, pero no podemos caer en un relativismo mediante el que pensemos que vivimos en un infierno moral. Debemos entendernos y cooperar.

Por último me parece un hecho destacable de la película la enseñanza en inglés, en ese intento por dar “luz”, por ofrecer a los niños una vida plena y civilizada. A mi juicio hoy, cuando todos los estados son multiculturales y multiétnicos, enseñar en inglés se convierte en una esperanza para el desarrollo personal. Si en España, donde se hablan cuatro lenguas, muchos nacionalistas se empeñan en el conflicto, que dicen inevitable, entre esas lenguas periféricas y la oficial, a pesar del acuerdo constitucional de su uso..., ¿que pasaría en Nepal con cientos de castas y dialectos?

En resumen, una idea humilde que podemos transmitir después de saborear la película puede ser la de que los pueblos necesitan ayuda pero para poder decidir sobre su propio destino. Que debemos enjuiciar el presente, pero el futuro está por hacer (Nepal aún padece un 40% de analfabetismo, aunque ha conseguido escolarizar al 90% de los niños). Unos pensarán en la necesidad de un estado fuerte, paternalista (Hobbesiano), otros, un estado más utilitarista, liberal, en la búsqueda de una educación accesible, aceptable y adaptable. Porque la causa mas importante de no escolarización es la guerra como la que ha sufrido Nepal. Katmandú, un espejo para la esperanza.

jueves, 29 de diciembre de 2011

EL PADRE TIMOTEO ORTEGA MERINO Y LA RESISTENCIA A LA INSULINA



Gracias al Padre Lorenzo Maté, bibliotecario de Silos, he recibido información de un monje primo de mi abuelo: se trata del padre Timoteo Ortega Merino, maestro de hermanos en el convento de Santo Domingo de Silos, quien destacó por su elocuencia y cultura.
Según figura en su necrológica había nacido en Quintanilla del Agua el 24-1-1880 y falleció en el Monasterio de Silos el 11 de enero de 1958. Llegó al Monasterio como oblato en 1894, hizo sus votos en 20-01-1900 y se ordenó sacerdote el 25-11-1906. Desempeñó los cargos de sacristán y ayudante de mayordomía. En 1916 le enviaron a la Fundación de Ntra. Sra. de Montserrat de Madrid. En 1920 le trasladó la obediencia a San juan de Dios de México, donde se distinguió por su celo apostólico. Debido a la persecución del nefasto presidente Calles, regresó a la casa madre en 1926, donde pasó el resto de su vida ocupando los cargos de: sacristán, tesorero, maestro de hermanos y Subprior. Además explicó a los escolásticos con elocuencia y cultura Sagrada Escritura, Teología, Historia Eclesiástica, Patrología y Derecho Canónico. Era muy conocido y estimado en los pueblos por sus ministerios apostólicos y en la parroquia de Silos fue catequista, director de los oblatos seglares y de la Cofradía de Ánimas. De su producción literaria y cultural ha dejado varias obras en "Año predicable". Amantísimo de la Orden y buen conocedor de su historia tradujo (del Latín) las obras de Santa Gertrudis y Santa Mectildis; además numerosos artículos en el Boletín de Silos y en la "Revista Eclesiástica". Era un hombre bondadoso, de gran corazón y piadoso y observante en asistir a los oficios de coro hasta la última enfermedad: la diabetes, que al agravarse le llevó al sepulcro.

¿Y qué tiene que ver la Regla de San Benito -la escasez y moderación-, con la diabetes?

Pues que los conocimientos sobre evolución nos pueden ayudar a entender la fisiopatología humana.¿Por qué digo esto?

Porque otra teoría que se abordó en aquel seminario sobre Dieta y Evolución Humana del pasado noviembre de 2010, en el CENIEH de Burgos, fue la "resistencia a la insulina como estrategia ante la escasez". Wilfredo Ricart explicó esa estrategia con una sentencia: "somos menos soldado (músculo) y mas diplomáticos". Para la supervivencia de la especie era mejor tener menor número de descendientes (con mas comida y menos competencia) y más probabilidad de supervivencia, que tener mas descendencia con menor probabilidad de supervivencia. De hecho, la resistencia a la insulina coevolucionó con el sistema inmune (preadipocitos se diferencian en macrófagos) como estrategia frente a las infecciones. Esta estrategia sería una desventaja en la actualidad.
Watve y Yajnik hipotetizaron en 2007 que la resistencia a la insulina ofrece un beneficio frente a la escasez y las infecciones. Así el cerebro (que consume un 25% de los requerimientos energéticos diarios) y el feto asegurarían la supervivencia (hombre diplomático) frente a, o en detrimento del consumo energético periférico o muscular (hombre soldado).
Sin duda el padre Timoteo Ortega, además de elocuencia y cultura, seguramente era portador del "genotipo ahorrador", de la "resistencia a la insulina o sindrome metabólico" y de polimorfismos del gen"clock"(circadian locomotor output cycles kaput), esos relojes circadianos internos que sincronizan nuestra fisiología con el ambiente. Hoy se conoce que a mas horas de sueño mejor o mas bajo es el Indice de Masa Corporal o, de otra manera, que menos horas de sueño se asocian a obesidad.
El Padre Timoteo Ortega era de mi familia (hijo de Jacinto Ortega, tuvo tres hermanos: Senorina, Román y Valentín) la que llaman los "Trasnochas" u "hombres buho", aquellos que no encuentran la hora de ir a dormir y velan por la comunidad. No sabemos el esfuerzo que necesitó este monje cenobita para seguir la regla de San Benito , pero sí sabemos que como ayudante de mayordomo debió ser sensato, maduro de costumbres, sobrio y no glotón, ni altivo, ni derrochador, sino temeroso de Dios y "como un padre para la comunidad".

jueves, 15 de diciembre de 2011

JOSÉ MARÍA ORDOVAS Y LA NUTRIGENÓMICA


El Dr. José María Ordovás Muñoz -discípulo de Grande Covián y director del Laboratorio de Nutrición y Genética de la Universidad de Tufts en Boston- estuvo en Burgos en noviembre de 2010 en un seminario sobre Dieta y Evolución Humana. Matizó la frase "Somos lo que comemos" según las investigaciones en Nutrigenómica, lo que tiene interés en el campo de la Salud Pública a la hora de, por ejemplo, prevenir Obesidad y Diabetes.
Y nos habló de la alimentación como del cincel mas importante que ha esculpido la naturaleza humana: pasamos del Homo habilis, con cerebro de un 2CV (600 c.c.), a un Homo erectus, con cerebro de un Renault 4L (900 c.c.), hasta hoy, que disfrutamos de un cerebro de Renault fuego (1.350 c.c.). Y todo gracias a alimentos más energéticos y al fuego, precisamente. Con la llegada de la Revolución agrícola, en el Neolítico, hace diez mil años, se rompió ese diálogo entre la genética y el ambiente que constituyen el cuerpo y el alma del escultor. Desde entonces el escultor utiliza además del cincel alimentario (son testigos los genes de tolerancia a la lactasa y los genes de la amilasa) otro cincel mas fino que moldea nuestra naturaleza: las infecciones, que calan entre las poblaciones que se van asentando en núcleos.
Somos portadores de un genotipo "ahorrador", preparado para hacer frente a la escasez y el hambre y, de sopetón, vivimos en el maná, en el tiempo del exceso calórico que nos aboca a una epidemia de obesidad .
Otra teoría evolutiva en boga es la de "Resistencia a la Insulina", para hacer frente a la escasez y a las infecciones pues se conoce la relación entre preadipocitos y macrófagos.Ambas estrategias se convierten hoy, en la era de la globalización, en una desventaja.
También trató de los polimorfismos del gen "clock", que regula los ritmos circadianos; de ese gen trasnochador, el de las personas "buho", asociado a un mayor índice de masa corporal(a menos sueño más obesidad).
El reto de la Nutrigenómica es ofrecer recomendaciones dietéticas dirigidas a poblaciones concretas. Vamos, que lo más fácil, dice el científico en boca de su maestro, será optar por comer "de todo pero en plato de postre".

jueves, 24 de noviembre de 2011

LYNN MARGULIS ESTUVO EN BURGOS EN 2008










En la sociedad americana existe ambivalencia respecto a los científicos y el conocimiento. En España no: directamente se ignora al científico y sufrimos aquella insidia de "todo es cuestión de opinión y la mia también cuenta". Vamos, una especie de versiones entre la intelectual Lisa Simpson y el relativista Bart Simpson.

Hoy vamos a invocar la autoridad de una científica estadounidense que acaba de fallecer:se trata de Lynn Margulis (1938-2011). Catedrática de Biología por la Universidad de Massachusetts, en 1999 fue Medalla Nacional de la Ciencia. La bióloga estuvo casada con el físico y divulgador Carl Sagan, autor de la famosa serie Cosmos.
Lynn Margulis estuvo en Burgos el 30 de octubre de 2008, en el XVIII ciclo de Divulgación Científica de Caja Burgos. Aún recuerdo la expectación de la gente aquella tarde en la Casa del Cordón lo que me obligó a seguir la conferencia en una sala anexa.

Una idea central de la biología moderna es que existe un único ancestro común a todos los seres vivos. Pues bien, Lynn Margulis es la autora y nos ha legado la teoría evolutiva de la SIMBIOSIS. Ella nos confesó que la idea original de la simbiosis ya estaba en el naturalista ruso Konstantin Mereznkvsky (1855-1921).

Y... ¿Qué es la teoría de la SIMBIOSIS?


Pues nos vino a decir aquella tarde que las bacterias eran las maquinas biológicas mas eficientes, los organismos mas variables y evolucionados. Vamos, que la evolución estaba mas en las interacciones de estos organismos que en el genoma. Su teoría nos asegura que la unión de tres bacterias procariotas primitivas, sin membrana celular (una Espiroqueta que aportaría el ADN, una Mitocondria que haría de batería y una Thermoplasma) se fusionarían en simbiosis originando una célula eucariota, de la que procederían todos los seres unicelulares y pluricelulares, hongos, plantas y animales. Lynn criticó las mutaciones como motor de la evolución.
Pero como es lícito en ciencia recurrir al escepticismo recordamos que la teoría evolutiva vigente en la actualidad es el neodarwinismo o Teoría sintética de la evolución, aquella que explica la aparición de nuevas especies mediante la selección natural, el patrimonio genético -mediante el que variaciones contínuas se explicarían por la presencia de alelos discretos-, por los cambios genéticos o "deriva" y por las mutaciones.
Qué mejor despedida de la científica que ese trasfondo tan socrático que nos dejó en la foto: "sabemos tan poco..."

viernes, 18 de noviembre de 2011

CONGRESO DE ENDOCRINOLOGÍA Y NUTRICIÓN EN LERMA. ALIMENTOS FUNCIONALES



El pasado doce de noviembre asistí en Lerma al XXIII Congreso de la Sociedad Castellano Leonesa de Endocrinología y Nutrición. Como “certamen” fue inaugurado por el Sr. Alcalde, quizá rememorando los días de gloria de la Villa, cuando el mecenazgo del Duque. Pero en esta ocasión el mecenas de la reunión ha sido el Dr. Enrique Ruiz quien, como gran soñador e hijo predilecto –precisó el regidor-, consiguió realizar su sueño, el de llevar el Congreso científico a su villa natal, Lerma.
Dos aciertos destacables: uno, el lugar elegido para los “fastos” –en los tiempos de escasez que corren entiéndanse éstos como acontecimientos memorables-, el Palacio del Duque, pues no está reñida la ciencia con el arte; el otro, la elección de los ponentes en la mesa inaugural para abordar un tema de moda, los alimentos funcionales.
Actualmente la industria alimentaria está preocupada por la seguridad –detectar nuevos patógenos emergentes- y por la comunicación e información a los consumidores sobre riesgos y beneficios. Es decir, invoca aquellos principios de la ética pública universalmente aceptados, a saber: no maleficencia, autonomía o derecho a la información y beneficencia. Y aunque hablamos de alimentos saludables o funcionales –necesitan evidencia científica para ser considerados como tales-, no curan por sí solos ni son imprescindibles en la dieta. La declaración de propiedades saludables de los alimentos está regulada en Europa por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) mediante el Reglamento (CE) nº 1924/2006, que garantiza al consumidor la veracidad, claridad, fiabilidad y utilidad de las declaraciones.

Tres empresas estaban presentes en la mesa presentando sus productos y alimentos funcionales. La introducción, presentación y coordinación correspondió al Dr. Rovira, de la Universidad de Burgos. El Grupo Pascual presentó leche y yogures funcionales y nos habló de las isoflavonas -polifenoles de la soja- y de sus propiedades; también de una proteína saciante -beta-conglicinina-. Los polifenoles de las plantas (isoflavonoides) tienen efectos antioxidantes y constituyen una barrera frente a los radicales libres del ADN, de las proteínas o los lípidos. Bodegas Matarromera, una empresa castellano-leonesa que nos impresionó por sus inversiones en I+D+i; nos habló de su vino zer0.0 –a modo de “revival” de aquellos años de los productos SIN-, y de los polifenoles (flavonoides) y de su producto estrella, el eminol, obtenido del hollejo de la uva. Por último Pepsico Food vendió sus productos con omega 3, otros bajos en sal, en azucar etc… y un nuevo etiquetado dirigido a niños de 12 años, una especie de consentimiento informado para niños, para que puedan comer "Doritos" o “Cheetos” con fundamento.
Al final de la mañana presenté un trabajo de la Red Centinela Sanitaria sobre mortalidad en la “Cohorte de diabetes de Castilla y León (CODICyL)”. La cohorte, que actualmente sigue 1000 diabéticos de reciente diagnóstico, mostró un exceso de mortalidad por todas las causas del 27% respecto a la población general de Castilla y León. La cohorte CODICyL se presentó como un medio potente para el estudio y análisis de interés para la especialidad.