lunes, 27 de diciembre de 2010

CANCEROGÉNESIS. Policías y controladores.


Hoy el post toca de una película de actualidad en España: de alarma, policías y controladores. Vaya, como la vida misma.
La teoría sintética de la evolución (genética mas selección) se acepta tanto a nivel poblacional como celular, y es vital para comprender muchos campos de la biología: enfermedades infecciosas, resistencia a drogas, enfermedades metabólicas (thrifty genotype), e incluso -y aquí está la novedad-, en otros campos de la medicina y de la salud pública como el cáncer.

En cancerogénesis también la mutación y, posteriormente, la selección, se propugnan como mecanismos cruciales que puede ser entendidos como causa necesaria y suficiente de cancer.

Así, primero serían las mutaciones (sean éstas alteraciones cromosómicas como trisomías; o génicas, como delecciones, inserciones, alteraciones de marcas de lectura de genes-Open Reading Frame- etc...) que pueden afectar o bien a las células germinales (los llamados polimorfismos, por ejemplos los del brazo corto del cromosoma 6, donde se ubica el complejo mayor de histocompatibilidad -MHC-, tan útiles en adaptación y especiación humana), o bien a las células somáticas.

Las mutaciones en las células germinales son una causa rara de cáncer (aproximadamente un 5% de los cánceres, como los hereditarios asociados a alteraciones en los genes BRCA 1 y 2, que son genes reparadores de ADN, en cáncer de colon, mama y ovario).

Por otra parte, la causa más frecuente de cáncer son mutaciones en células somáticas, producidas por ejemplo por virus oncogénicos -como los virus herpes en el Kaposi, el virus Epstein Barr en Hodking, el VIH, el papilomavirus, el virus de la Hepatitis B-; agentes químicos o tóxicos -como aflatoxinas que alteran un gen supresor de tumores como P53 originando cancer hepático; p53 que es el guardián o policía de nuestro genoma- o bien radiaciones.

Después de la mutación se producirá un clon de células con ventaja selectiva, mejor adaptados al nuevo microambiente y que resistiría por ejemplo la apoptosis celular -muerte celular programada, que es un sistema que permite que el genoma actúe de forma íntegra, un sistema que repara nuestro genoma y evita aberraciones-.

¿Qué hacen estos guardianes de nuestro genoma?

Hemos hablado de policías o guardianes de nuestro genoma que son imprescindibles pues constantemente estamos padeciendo situaciones de alarma: mutaciones. Uno de ellos es el "gen supresor de tumores" o p53, gen recesivo que actúa vigilando contantemente las aberraciones producidas eliminado células preneoplásicas y enviando a estas células a la apoptosis, o bien deteniendo el ciclo de división celular en fase G1 a S. Otros genes son los BRCA1 y 2, que actúan como "reparadores del ADN" y cuya alteración en células germinales se ha asociado a cancer de mama en mujeres jóvenes.
Así, estos guardianes vigilan, reparan y hasta moldean como diestros escultores la proporción que alcanzan los órganos de nuestro cuerpo.

¿Cómo actúan los virus oncogénicos?

Los virus son parásitos intracelulares obligados que usan la maquinaria del huesped -paradójicamente se llama así al invadido- para su supervivencia y replicación. Este hecho afectará a los mecanismos regulatorios del genoma del propio huésped. Los virus, o bien se integran en el genoma huesped activando oncogenes, como los retrovirus, o bien a traves de microrribonucleoproteinas del virus, inactivarán el sistema p53 del huesped o sus genes reparadores de ADN.

¿Qué son los miRNA?

María Tomé, una joven investigadora burgalesa, acaba de publicar una de sus primeras investigaciones sobre ellos. Están en animales (se descubrieron en Drosophila), plantas y virus. También en nuestros cromosomas -excepto en el y- pues, además de ADN, existe microRNA, con unos pocos nucleótidos no codificantes que fueron descubiertos hace menos de una década. Los microRNA pueden darnos tantos quebraderos de cabeza como los controladores aéreos, pues controlan la apoptosis, la división celular, la expresión del RNA mensajero etc.... Se dice que controlan hasta un 30% de nuestro genoma. Parece que regulan la expresión o actividad de otros genes a través de microrribonucleoproteinas (miRNPs) o de complejos silenciadores. Por ejemplo, el virus de Epstein Barr, virus DNA, tiene 5 miRNA.

jueves, 16 de diciembre de 2010

TAMBIÉN LA LLUVIA



Escribo estas reflexiones tras tener el privilegio de haber asistido el día 13 de diciembre a la “première” o preestreno en Burgos de la película de Iciar Bollaín “También la Lluvia”. Y esto gracias a la invitación -en condición de padres de alumnos- de Julita Fernandez, anfitriona del evento y maestra del C.P. Padre Manjón, a quien mi mujer y yo agradecemos el esfuerzo, entusiasmo y empeño que ha tenido en la educación de nuestros hijos –aún recordamos aquellas tutorías “on line” a través de “bscw”.

Y lo hago desde un optimismo prudente –no como el de Platón o desde el optimismo panglosiano, es decir, pensar que las cosas se arreglan solas- o, si prefieren, desde un pesimismo esperanzador – desde cierto escepticismo, pero confiando en el hombre como dueño de su destino.

Desde mi modestia intelectual, la película me sugiere algunos pensamientos y comentarios y, más que tener respuestas, lo que tengo son preguntas sobre temas tan humanos (que diría Publio Terencio) como:

-1º La Historia, el colonialismo, la falacia natural…No se puede rechazar la Historia como fuente de conocimiento pues hemos de aprender de nuestros errores. Pero pienso que la Historia no puede alcanzar ninguna pretensión de Ciencia. Y, sin embargo, aunque la ciencia tampoco puede decir mucho sobre la justicia o los derechos fundamentales, pues es neutra ideológicamente, es la empresa que más ha contribuido al bienestar humano y remediado muchas injusticias.
Entonces, la actitud válida ante los hechos históricos que se sojuzgan podía ser aquella de mas humildad, tolerancia y trabajar por la paz. Pero no un pacifismo como valor absoluto, pues esto nos llevaría a la moral del esclavo, En esto los indígenas –hombres y mujeres de Cochabamba- nos dan un ejemplo de defensa de la dignidad humana pues hacen de la guerra del agua una guerra moral. También se precisa modestia para entender el mundo desde un punto de vista más pragmático -los anglosajones, quizá, nos superen en esto a los latinos-, porque no todo lo natural es lo bueno y “ser” no es lo mismo que “deber ser” (falacia naturalista); ¿Es bueno que viviendo la revolución de la globalización, formando parte América de Occidente, en Bolivia los niños no tengan acceso a los servicios básicos -que se alcanzaron en Europa en el siglo XIX- y tengan que beber el agua recogida de la lluvia? ¿Están mejor hoy los habitantes del Sahara que cuando estaban bajo protectorado español? A veces las ideas de etnia, pueblo, y nacionalismo pueden ser una tentación para la tiranía.

2º La película, Religión y los valores.Otras formas de conocimiento -también respetables, pues buscan la verdad- son el arte (como esta película de cine) o la religión, que apelan a la pasión, a la imaginación o a la verdad de la autoridad. Muchos de cuantos trabajamos en derechos de primera o segunda generación (la salud o la educación) sabemos que los derechos no existen en la naturaleza, que no hay una ética universal, pero que vamos ganando poco a poco ese terreno a los derechos. Y esto es inquietante para muchos, o fascinante para otros. En esta globalización que ya ha llegado, en la sociedad del conocimiento, tan sólo la razón nos podrá conducir –como diría Popper- a una sociedad abierta que nos prepare para la responsabilidad. Deberíamos defender un nuevo humanismo tecnológico incorporando estas nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) como ya se está haciendo con la Web 2.0, aunque sin olvidar que no es lo mismo sociedad digitalizada que sociedad del conocimiento.

3º La Educación.Todos reconocemos que es el pilar básico –emancipa al hombre- de nuestra sociedad del bienestar, ahora cuestionada. Pero pienso que no deberíamos descansar en la escuela y en el profesor toda esta responsabilidad de la educación, pues la familia debería jugar un papel más relevante -también la salud se gana y se pierde en la familia (no solo en el sistema sanitario) en la adquisición de conocimientos, actitudes y habilidades.
Mi opinión respecto del viaje de la EMOCION 2.0, es que veo el peligro de presentar la escuela de hoy desde una perspectiva que pone demasiado énfasis en categorías absolutas como utopía, diálogo para solucionar todos los problemas, mundo de colores, magia, emoción etc… (que se deslizan a lo largo de la documentación que se entrega en la película) y todo bajo ese manto que se ha criticado como el relativismo cultural que afecta a Europa y a Occidente, y que impediría afrontar los retos de nuestro tiempo. Vamos, que sobresale esa visión de la educación de Rousseau frente a esa otra más pragmática de Hobbes que reconoce la competencia, el esfuerzo, el renunciar a parcelas de derechos –como la libertad, que no existe- a favor del Estado para conseguir otros derechos como la seguridad y resolver así otras contingencias humanas. Vamos, una perspectiva más liberal que presenta también un Estado humano y bienhechor.
Frente a la crisis de la revolución industrial aparecieron los movimientos “ismos” como el ludismo –culpar a las máquinas o a la ciencia de los males del mundo-, el socialismo utópico, los nacionalismos, hippismos etc… Hoy, frente a los retos de la globalización también se corre el riesgo de otros movimientos irracionales y románticos -como nuevos luditas- que enarbolan la bandera romántica contra la ciencia y la culpan, junto a la codicia humana, de ser responsable de todos los males del mundo.

viernes, 10 de diciembre de 2010

OMNIPRESENTE VALOR "P"



¿Quién vive? Quien pesa y mide.
Con ésto, acudo presto al refranero castellano - a esa fuente de sabiduría popular o saber pragmático- con el ingenio del aforismo pero, más si cabe, con genio y ganas de dar una coz a la omnipresencia de la "p" en la literatura científica. Parece como si nos gratificara sobremanera aquel veredicto de lo "estadisticamente significativo", de hallar un valor "p < 0.05". La fascinación de la "p" es como estos espantapájaros de la Vega que ilustran el post, que nos proporciona una falsa impresión de objetividad.
Por otra parte, para inferir parámetros de una forma más descriptiva e informativa parece mejor solución recurrir a la "estimación por intervalo". Vámos, que es mejor medir (es lo que hacemos en la estimación por intervalo), que decidir (es lo que hacemos con el valor "p" en los test de hipótesis).

El valor "p" o significación estadística tiene que ver con la toma de una decisión: por ejemplo, rechazar la hipótesis nula (Ho) de no asociación o no diferencia entre los éxitos de un nuevo tratamiento frente a un tratamiento convencional.

Si la "p" o probabilidad de los datos obtenidos es alta (>5%) decidiremos no rechazar la conjetura de partida o hipótesis nula inicial -que decía que ambos tratamientos eran igualmente eficaces-. Consideraremos que habrá sido la variabilidad de los datos o el azar(a mayor número de muestra mas fácil es obtener valores significativos o valores de "p" pequeños) los responsables de las diferencias de éxito que hemos encontrado entre los dos tratamientos.

Por el contrario, si el valor "p" es <5%, concluiré en rechazar la hipótesis de partida por haber hallado resultados estadisticamente significativos; es decir, con una probabilidad pequeña de que la variabilidad de los datos o el azar del muestreo expliquen las diferencias en los éxitos de los dos tratamientos y, por lo tanto, aceptaremos que un tratamiento es más exitoso que el otro.

Pero no debemos olvidar dos riesgos de estas pruebas: que este criterio del 5% es convencional, pues significa que en 5 de cada 100 veces (error I o alfa) que repitiéramos el experimento, de haber actuado como hemos actuado, nos habríamos equivocado al rechazar la Ho cuando ésta realmente era verdadera. Pongamos un ejemplo: en los pasados mundiales de Sudáfrica el ya fallecido pulpo Paul -no sabemos si murió de éxito- acertó el resultado de 8 partidos del mundial seguidos. Como la probabilidad (binomial) de acertar 8 éxitos (quién ganaba entre dos equipos) de 8 eventos -lo mismo podía ser acertar cara o cruz en ocho lanzamientos- fue de 0.004, deberíamos rechazar la hipótesis nula -aquella en la que tan sólo acertaba en el 50% de las ocasiones- y aceptar una hipótesis alternativa (que algo había, o bien el pulpo era un adivino, o el dueño lo manipulaba, lo cual sería un sesgo en un estudio, o bien que fuera mera chiripa -error alfa-). De igual manmera que en Casablanca de Bogart siempre nos queda Paris, en ciencia siempre nos quedará la incertidumbre de una asociación.

Con los test de hipótesis o valor "p" o "significación estadística" también corremos otro riesgo: el error tipo II o falta de potencia del estudio. Consiste éste en no rechazar la Ho o conjetura inicial cuando en realidad fuera falsa.

Una cuestión primordial es no confundir lo "estadisticamente significativo" con lo clínicamente relevante, ya que esto último es definido a priori por el investigador.Así, mejor que decidir se propone medir un efecto, una tasa o razón de tasas presentando además del estimador puntual, que nos dice la magnitud de la asociación, un "intervalo de confianza" cuya amplitud dependerá de la variabilidad de los datos y del tamaño de la muestra y de la confianza o seguridad en ofrecer esa estimación (generalmente el 95%). Si repitiéramos indefinidamente el estudio, con una confianza del 95%, encontraremos el verdadero parámetro de la población que estamos estimando dentro del único intervalo de confianza que hemos calculado.