martes, 28 de junio de 2011

EPIDEMIOLOGÍA EN ESPAÑA: El fuego de San Antón




El "post" de hoy trata de un libro que acabo de releer; sí, un pequeño tesoro bibliográfico que conseguí en Burgos por esas casualidades de la vida. Se trata de "Epidemiología Española, o Historia cronológica de las pestes, contagios, epidemias y epizootias que han acaecido en España desde la venida de los Cartagineses hasta el año 1801", obra del médico aragonés Joaquín de Villalba y Guitarte (1742-1807).

Y...¿Qué importancia tiene este libro para un epidemiólogo?
Pues mucha, porque además del valor bibliográfico -quedan pocos ejemplares- está el valor sentimental y testimonial cuando tratamos de la Historiografía Médica Española, ya que la palabra "Epidemiología" se acuña por primera vez en España en esta obra de Joaquín de Villalba, en 1802.

Y...¿Cómo aborda el estudio de las enfermedades infecciosas?
Pues nos habla de pestes, lepra, tercianas y epidemias que asolaron nuestro pais. Y uno queda fascinado por el protagonismo histórico de estas enfermedades que son vistas como un proceso entre natural y divino que se repite cíclicamente. Se trata de una concepción fatalista e ignorante de las epidemias como fenómenos colectivos. El libro me recuerda a otro que compré en Madrid en 1989, "Plagas y pueblos", de W.H. MacNeill, aunque éste enfrenta el estudio de estas enfermedades desde la perspectiva del determinismo biológico -y es que todos sabemos que gérmenes y humanos interactuamos y coevolucionamos.

Y...¿Qué citas significativas en este libro se refieren a Burgos?
Pues yo destacaría dos: la primera corresponde al año 1067, cuando se funda el primer lazareto en Palencia auspiciado por el "zeloso patriota Rui Díaz de Vivar", El Cid Campeador, para contener los funestos estragos de la lepra. La segunda cita nos lleva hasta el año 1214, a Castro Xeriz, donde se funda el Convento de San Antón, esta vez para dar amparo a los enfermos del llamado Fuego Sagrado (ignis sacer), o por "anti-phrasis" Fuego del infierno o Fuego de San Antón, o ergotismo, enfermedad producida por micotoxinas del cornezuelo del centeno. La enfermedad es mas terrible que la lepra pues las extremidades van consumiéndose hasta desprenderse, lisiando y matando a los enfermos que solamente pueden rezar y llevar amuletos.

El cornezuelo del centeno (Claviceps purpurea)produce polipéptidos derivados del ácido lisérgico, alcaloides psicoactivos hidrosolubles y poco tóxicos, pero también ergotamina y ergotoxina, insolubles y muy tóxicas que provocan gangrena y abortos.
Los productos derivados del ácido lisérgico -recordemos que esta droga psicodélica, el LSD, fue descubierta por Albert Hofman en 1943- puede explicar las apariciones de brujas,, bailes de alucinados y procesiones de gente endemoniada y poseida en la Edad Media.
Este fin de semana un agricultor de Quintanilla del Agua me recordaba que durante una cosecha de los años sesenta su familia consiguió mas ingresos por el tizón -nombre del cornezuelo- que por el cereal, ya que las farmacéuticas lo utilizaban para elaborar medicamentos eficaces frente a las hemorragias post-parto.

lunes, 6 de junio de 2011

THRILLER VERDE EN ALEMANIA: Escherichia coli enterohemorrágica



Para los españoles, mas que un género de suspense, el asunto de la infección por Escherichia coli enterohemorrágica (EHEC)en Alemania nos ha parecido un brote de suspenso. El exámen es verdad que no ha sido fácil pues supone tarea ardua evaluar el riesgo cuando un nuevo patógeno como éste irrumpe en la cadena de suministro de alimentos. Pero sí se ruega mas prudencia y tino a gestores (políticos) y comunicadores (periodistas) en esta Europa obsesionada con el riesgo cero. Además, los humanos carecemos de habilidades para manejarnos con los riesgos: banalizamos los riesgos importantes y exageramos los débiles.

Y ya que estamos en Alemania tan sólo hecho en falta a dos protagonistas políticos de los últimos tiempos en aquellos lares, quienes por la cuenta que les tenía han estado mejor callados en este enredo: Gunter Oettinger, a la sazón Comisario Europeo de Energía, que esta vez no nos habló de APOCALIPSIS; y Wolfgang Wodarg, médico epidemiólogo y presidente de la Comisión de Salud del Consejo de Europa por el partido socialdemócrata alemán, que esta vez no encontró en la codicia de la industria alimentaria las causas del brote. Pero mira por donde -y pido perdón por la aliteración- con lo preocupados que están los políticos de allá por los verdes parece (pues aún no está confirmado y hasta en el 25% de estos brotes no se consigue hallar el origen)que han sido los brotes verdes, o bien vegetales crudos, los causantes del brote.

La fotografía del post de hoy nos lleva hasta la Granja Báscones, donde a duras penas sobreviven las vacas, pero donde seguramente encontaremos miriadas de coliformes. La mayoría de cepas de Escherichia coli (epónimo de T. Escherich, 1885)viven en el intestino de rumiantes y humanos como flora comensal, pero algunas cepas adquieren virulencia mediante transferencia horizontal de información genética extracromosómica (transposones y plásmidos). ¡Qué lo vamos a hacer! Es su peculiar manera de tener sexo, de adquirir variabilidad, en fin, de sobrevivir a las contingencias del ambiente. En otras ocasiones hemos comentado que bacterias como Salmonella, Legionella, Haemophilus... son clonales, especializadas, estables, diríamos que sin ganas de molestar al prójimo y de vida mas bien recatada. Pero las coliformes, que habitan los arrabales del aparato digestivo y del urinario, llevan una vida mas licenciosa y hasta promiscua, siempre dispuestas a intercambiar arsenal letal como la Shigatoxina 2 (vtx2a). Unos pocos ejemplares de estas cepas (inóculo) son suficientes para desencadenar el cuadro grave del Síndrome Hemolítico Urémico (SHU).

Pero una lección a no olvidar en este trance es que en la transferencia del conocimiento (Knowledge Translation) desde la ciencia hasta la industria, como por otra parte ocurre desde la ciencia hasta la clínica o a la Salud Pública, uno de los protagonistas es el consumidor, el poder del paciente informado -decimos en el ambito clínico- y sus decisiones, en este caso un consumidor que demanda productos saludables (funcionales), cómodos (a conveniencia), seguros y ecológicos o naturales. Pero la nueva moda de productos ecológicos no es garantía de seguridad ya que ¡lo natural no siempre es lo mejor! Ya hemos visto que estas bacterias, EHEC O104:H4, encuentran oportunidades en los barrios bajos, digo en Baja Sajonia.