martes, 4 de septiembre de 2018

FUTBOL SOLIDARIO. UN EQUIPO DE PRIMERA EN ETIOPÍA

Las zamarras en mi infancia no llevaban la publicidad pop ochentera y noventera. Pensar en una camisola "canarinha" que llevase tu nombre y el número de tu jugador favorito (Sócrates en mi caso)no dejaba de ser una quimera. El fútbol de antaño, rural, sudoroso, entusiasta -que diría Delibes- era ingénuo y rudo y tenía una roca por balón cuando llovía pues el cuero se emborrachaba en las eras a pesar del sebo con el que lo acariciábamos. Y los jugadores con "mas mollera" del equipo eran quienes decidían en el juego aéreo. El fútbol no deja de ser una analogía de la vida con un final impredecible y toda una lección ética (individual) y de moral (colectiva). También el fútbol es una analogía de la literatura donde cabe la poesía (gol), la épica, el drama... También cabe la irracionalidad y la pasión pues ya dije que el balón es la superficie más pequeña que encierra más sueños. Y por pertenencia, uno es del equipo de su pueblo, el C.D. QUINTANILLA DEL AGUA, y del BURGOS C.F., el equipo de su provincia, y del Real Madrid - epítome de campeón, de remontadas, de sueños...- pues las hazañas las tengo grabadas en blanco y negro. Y porque el paisaje de mi infancia está invadido de chicos, de bicis y de balones de fútbol (a veces llenos de cotones, cuerdas y virutas), éste se asemeja al de África. Y por eso este verano, en un ataque de nostalgia y solidaridad, el CD Quintanilla del Agua envió sus zamarras más antiguas a Etiopía. Pero ya son noventeras pues llevan publicidad: "Valver Auto" lucen en el frente. Las primeras camisolas del equipo fueron blancas con cuellos y cordones y pantalón azul (las más baratas y fáciles de teñir). Las enviamos a una misión católica comboniana, al equipo MAKANE HARO-WATO, a 400 kms. de Adis Abeba, para que vivan nuevos sueños después de haberse batido en épicas batallas por los pueblos en el torneo de la Diputación de Burgos han pasado a vestir nuevos sueños en el torneo de la Amistad y de la Unidad en julio de 2018 en Etiopía. Nos dijo el comboniano P. Ramón Navarro que en junio hubo conflictos y violencia en la zona por motivos raciniales y y que John Hammond, el encargado de deportes en la misión, en cuanto vio nuestro envío de zamarras se apresuró a organizar un cuadrangular que contribuyó a la unidad y solidaridad en la zona. Un modesto equipo ha demostrado genio, fuerza y clase, como cuando David venció a Goliat. Y ha ayudado a estos jóvenes a socializarse, a liberar pasiones, a aceptarse. El fútbol, como la ciencia, es universal en paz o en guerra, en Europa o en África. Es una medicina de masas, es sencillo y con pocas reglas -dice Maria Carmen Izquierdo- ayuda a identificarnos y solo se necesita un balón y un espacio. Sin duda el CD Quintanilla del Agua es solidario y un "Equipo de primera".