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jueves, 3 de abril de 2014

LIQUEN. ¿Por qué ser buenos?



El comportamiento altruista en las personas y en sociedades animales es común pues pretende no ya la supervivencia del individuo sino de la especie. “Ser buenos” se convierte en un incentivo como consecuencia de la selección natural, de la misma forma que la higiene puede ser contemplada como origen de la moral. Esforzarse en tener la vivienda limpia no solo minimiza el riesgo de infecciones en ti, sino en la comunidad, y el beneficio para el actor (el beneficio individual pasaría por el altruismo) sería mayor que su coste. ¡Otra manera de ver el “mutualismo”!
¿Cómo es el mutualismo en los seres vivos?
Las plantas tienen un ancestro común marino, las algas verdes, con cloroplastos donde se efectúa la fotosíntesis. Los cloroplastos se piensa que descienden de las cianobacterias por simbiosis, que es una fuente de cambios evolutivos. Las algas verdes colonizaron la tierra hace 490 millones de años (m.a.) y genes de los cloroplastos quedaron ya en las plantas. Primero las gimnospermas (350 m.a.) y después las angiospermas, con flores, (entre 140 y 65 m.a.) que, desde entonces, han coevolucionado con insectos y pájaros.
Coevolucionar es interactuar, aunque solemos pensar que es el parásito el que evoluciona y el hospedador se hace tolerante. Pero ser tolerantes o virulentos no añade biodiversidad, aunque puede ayudar a cambios estables. De esta forma los humanos hemos coevolucionado con la microbiota intestinal. El mutualismo (gérmenes y hospedadores nos beneficiamos) es una forma de coevolución. También lo es la relación depredador-presa o la polinización.
Las bacterias pueden ser saprófitas, mutualistas, comensales (relación neutra) o parásitas (patógenas). Algunos comensales como la E. coli o el Streptococo mitis pueden pasar a patógenos ocasionando síndrome hemolítico o sepsis. Pero no hay relación entre virulencia e infectividad pues los gérmenes suelen ser clonales, especializados, poco diversos, aunque, en ocasiones, intercambian material genético para conseguir ajustarse al medio mediante bacteriófagos intracromosómicos o por plásmidos extracromosómicos.
Los hongos suelen tener un mutualismo obligado con las plantas constituyendo las micorrizas, como la trufa, un hongo ascomiceto en mutualismo con una planta como nogal, encina o roble.
Y, por último, el protagonista del post de hoy: un liquen. Lo encontré cortando leña en el monte “El Yuso”. Se trata de un mutualismo entre una planta (un alga) y un hongo, un ascomiceto. Estos líquenes permiten a ambos superar las adversidades del ambiente: disponibilidad de agua y variaciones en la temperatura. ¡Ah! Y son tan exquisitos como las trufas pues se usan en perfumería. Aunque siempre en las relaciones de pareja alguien da más; en este caso el alga se siente esclavizada por el hongo (helotalismo).

lunes, 17 de junio de 2013

GRANDES NOTICIAS. Agaricus urinascens

Si prestan atención les presentaré a un pariente lejano, a un ser vivo, sí, pero sin derechos porque le han rebanado el tronco. El pariente convive, en este árbol de la vida, junto a mas de diez millones de especies. Se trata de un hongo (reino Fungi) del género Agaricus y de la especie urinascens que puede llegar a medir hasta 50 cm. de diámetro. Sí, como el ejemplar que sostiene Santiago Ortega Sancho. Lo encontró Dionisio (el Colorín) en Quintanilla del Agua el 11 de junio de 2013, en el término de Matalagarto, junto al punto geodésico que marca 1006 mt. de altura. (En la imagen se pueden ver las coordenadas). Este reino, el de los hongos, contiene a la clase Basidiomycetes, al orden Agaricales y a la Familia Agaricacea. Es la nomenclatura de Linneo, que suele utilizarse para clasificar a los seres vivos (aunque hoy se habla de los tres dominios de Carl R. Woese: Bacterias, Archeas y Eucariotas). En fin, que de lo que estamos hablando es del champiñón gigante o bola de nieve. Toda una ironía, guasa o socarronería castellana. ¡Para que luego digan que la naturaleza no es generosa en estas tierras adustas! Los hongos son seres pluricelulares saprófitos, es decir, se alimentan de los restos de otros seres vivos; son heterótrofos. Algunos nos son muy útiles, como las levaduras; otros producen penicilina; otros son parásitos y algunos forman simbiosis con las algas (líquenes). A lo que íbamos; le envié esta imagen a un compañero veterinario, Luis Alberto Parra Sanchez, que pasa por ser uno de los mayores expertos mundiales en el género Agaricus. Al rato me comentó cosas interesantes como que "urinascens" se refiere al olor a orín que desprende cuando envejecen las láminas (antes la especie se denominaba macrosporus (esporas elípticas de hasta 15 por 7 micras). Y que es comestible, pero me advirtió sobre su especial predilección por almacenar un metal, el Cadmio.

lunes, 19 de abril de 2010

A UN OLMO SECO



Es una suerte morir de viejo, pero las plantas también sufren y mueren de estrés, como la sequía -un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina, el tronco carcomido y polvoriento... que diría Machado-, o de accidentes, sean éstos intencionales o involuntarios, o bien de enfermedades crónicas como la malnutrición, y también, ¡cómo no!, de enfermedades infecciosas, como la grafiosis del olmo. Y digo ésto, en parte, por cuanto de nostalgia pueda tener esta carta de ciencia. Sí, por ese apego a las gentes y paisajes de Quintanilla del Agua. Uno de esos lugares emblemáticos era la olmeda de San Pedro (ver foto). Un paseo de sombras que nos llevaba hasta la fuente del mismo nombre, junto a la casa del Tío lucas. Hasta los años ochenta frecuentamos aquel lugar para vestir los casinos de fiestas con las ramas de olmo, que adornaban con aquellas hojas ovaladas, nervadas y de borde aserrado. Y he dicho bien, hasta los años ochenta, pues fue precisamente entonces cuando la llama del olmo quedó, como se dice, fría -pues arde mal y da mucha ceniza-.Una grave enfermedad, como una maldición, atacó a los olmos ibéricos. El agente responsable, un hongo, Ceratocystis ulmi, del reino fungi y de la división Ascomycota. Los hongos pueden presentarse como Mohos -hifas con crecimiento longitudinal- o como levaduras -redondas u ovaladas que se reproducen por gemación-. Normalmente los hongos se reproducen por esporas de forma sexual -mediante transición diploide, con meiosis-, pero también se pueden reproducir por esporas de forma asexual -por mitosis-; se dice entonces que son hongos de forma imperfecta.

¿Que cómo llega el hongo hasta los olmos?
Por un insecto , el coleóptero Scolytus scolytus, que lleva en sus alas las esporas. Este insecto barrenador infectará el tronco y las hojas. En un desgraciado mutualismo, el hongo se transporta en el insecto y éste se beneficia, a su vez, de una colonización más fácil.

Y decía maldición de esta enfermedad de los olmos porque fué el epidemiólogo Geoffrey Dean , recientemente fallecido en Dublín, quien sospechó -trabajando en Sudáfrica en los años cincuenta- que otro hongo, el hongo Histoplasma capsulatum, estaba detrás del mal de las cuevas y de la maldición de Tutankamon. El hongo crece como moho en excrementos de murciélagos y sus esporas pueden inhalarse. Al tener estado dimórfico puede crecer como levadura en los tejidos corporales. Otros hongos, como el género Aspergillus, se multiplica en restos vegetales y, por inhalación de esporas del medio ambiente, puede ocasionar hasta el 75% de mortalidad en pacientes inmunocomprometidos.

martes, 9 de febrero de 2010

RIESGOS SANITARIOS DE LAS SETAS


El Reino Fungi -Hongos- no debe confundirse con las plantas. Se trata de organismos eucariotas (nucleo con membrana), a veces unicelulares, como las levaduras, con mas de cien mil especies descritas. Se clasifican en cinco Filos: Chytridiomycota, Zygomycota, Ascomycota (trufas), Basidiomycota (en el que están las setas), y los Hongos imperfectos -como Penicillium notatum, que permitió a A. Flemming, en 1928, descubrir la penicilina- . Los hongos, en ocasiones, viven en simbiosis con algas (líquen), y con plantas (micorriza).
Algunas setas son no comestibles por su mal olor, sabor, consistencia etc... y, otras veces, porque son tóxicas. La mayoría de estas intoxicaciones ocurren en otoño y en primavera -debido a la creciente afición a la recolección de hongos-, durante los fines de semana, y en grupos de familiares o amigos.

¿Qué tipos de intoxicaciones por setas existen?
Que existen dos grupos de intoxicaciones:

1) de Periodo de incubación corto (menos de 6 horas), generalmente leves, como:
1.1 Muscarínica o sudoriana o micocolinérgica, con vómitos diarrea, sudor, miosis, hipotensión...; se tratan con atropina. La Amanita muscaria (foto), curiosamente tiene poca muscarina. Se produce por especies como Clitocybes. También las Inocybes dan este síndrome por confusión con las setas de carrerilla (Marasmius oreades).
1.2 Hemolítica, por hemolisinas de especies como Helvella lacunosa (orejones).
1.3 Atropínica o neurológica,,por especies como Amanita muscaria, con vómitos, convulsiones y alucinaciones...; se trata con fisogtismina.
1.4 Coprínica o pseudoantabús,aparece media hora tras consumir alcohol; cursa con enrrojecimiento, palpitaciones, hipertensión...; se trata con fomepizol.
1.5 Alucinógena, por toxina psilocibina de especies como Psilocybes, que ocasionan convulsiones, confusión y coma.

y 2) de Periodo de incubación largo(más de 6 horas), suelen ser graves, como:
2.1 Faloidiana o hepática, por amatoxinas -inhibe la síntesis de proteinas por inhibición de la RNA polimerasa-; se originan por especies como Amanita phalloides. De tamaño pequeño pueden asemejarse a Agaricus. Producen vómitos, diarrea y coma hepático.
2.2 Orellánica, con síntomas que pueden aparecer desde entre 3-18 días trás la ingestión. Las especies que ocasionan este síndrome son los Cortinarius.
2.3 Giromítrica, por hidracinas,con vómitos, arritmia y daño hepático. Son especies responsables del síndrome las Giromitras.

El mejor consejo para evitar estas intoxicaciones es la prudencia: ¡recoger las especies conocidas perfectamente!