jueves, 14 de junio de 2012

LOS CINCO DEDOS DE LA EVOLUCIÓN

“Nada en Biología tiene sentido excepto a la luz de la evolución” –dijo Theodosius Dobzhansky-. Esta idea ha inspirado también a la medicina evolutiva, ofreciéndole un marco conceptual para comprender la enfermedad humana.
La evolución es el cambio en el conjunto de genes de una especie o población; el cambio en su acervo genético. Todos los seres vivos evolucionan constantemente y sin dirección hacia progreso alguno, pues no existe el diseño perfecto, debido a los cambios ambientales. La idea, humilde, nos permite prescindir de la metáfora de un cuerpo diseñado por un ingeniero o Dios Hacedor. Veamos cómo se produce este cambio… Según el Neodarwinismo (teoría sintética) los cambios en las estructuras y en los organismos, incluso en las especies, se producirían por una “lluvia fina” a través del tiempo: la microevolución, de la que la selección natural es solo uno de cinco mecanismos responsables de dichos cambios. Algunos hablan de macroevolución para hablar de cambios en las especies (especiación) para referirse a la idea de Darwin de que todos los seres tenemos un antecesor común. ¡Vámos!, que todos los seres tenemos un pariente primitivo, un tronco común en el árbol de la vida. Pero, de cualquier manera, la macroevolución no sería otra cosa que microevolución; el mecanismo, el cómo, sería el mismo a nivel molecular (ADN). Por ejemplo, los Tetrápodos (cuatro extremidades) pertenecen al Reino animal y Philum de los cordados. Son animales como Aves, Anfibios, Reptiles y Mamíferos que presentan Homología (un mismo origen en el árbol de la vida), es decir huesos con dedos en las extremidades pero con distintas funciones: patas y dedos en los reptiles y anfibios, alas en los murciélagos (mamíferos) o aletas en los pingüinos (aves).

Y… ¿Cómo explicar la microevolución, esa sutileza que conduce a la variabilidad de la vida, al cambio en el acervo genético de las poblaciones?. Una forma original de explicar los cincos mecanismos es mediante la analogía de la mano: “Los cinco dedos de la evolución”, original del profesor de biología Paul Anderson:
- El dedo meñique: representaría a las poblaciones pequeñas, aisladas. Imaginemos un buque con 20 personas que naufraga en una isla. La mitad de las personas son pelirrojas, por lo que el acervo genético de esa población será de un 50% para ese carácter. Si por una epidemia u otra causa mueren cinco pelirrojos, ahora la prevalencia de ese carácter será de 5/15 (33%). Como una especie se define por la capacidad de reproducirse entre sus miembros, pequeños cambios en poblaciones aisladas pueden originar nuevas especies.
- El dedo anular significará la pareja, el sexo como una forma de barajar genético. El azar influye en la meiosis y en los genes a transmitir. Es la deriva genética que puede aumentar genes en la población. Si en nuestra población ficticia de pelirrojos no se emparejara ninguno acabarían desapareciendo.
- El dedo medio simbolizará las mutaciones, que añaden genes a la población y variabilidad. Los humanos tenemos versiones diferentes de un gen (dos alelos, uno de madre y otro de padre). Son los llamados polimorfismos, muy frecuentes en insectos y peces. Si aparece una mutación nueva, por ejemplo un nuevo color de pelo, cambiaría el acervo genético de la población.
- El dedo índice significará el movimiento, las migraciones, el flujo de genes. Si emigran pelirrojos, si se van, cambiará el acervo genético de la población.
- El pulgar, por último, simbolizará el mecanismo de la “selección natural”, único mecanismo que es adaptativo. Es un efecto, más que una causa, por la que los individuos mejor adaptados tienen más éxito reproductivo. Por ejemplo, la Biston betularia, la polilla inglesa del abedul que muestro en la foto, cambió el color de sus alas de blancas a negras para mimetizarse y ocultarse de los pájaros. Ocurrió en el periodo desde 1850 a 1900 debido al hollín de la industria, que ennegreció los abedules. El mismo pulgar es un efecto de la selección natural.  
La selección sexual es una forma particular de selección natural: el pavo real exhibe sus buenos genes con plumas brillantes (para reivindicarse libres de parásitos) y con numerosos ocelos, en clara ostentación de poderío y éxito reproductivo. Todo aún a costa de arriesgar su supervivencia haciéndose presente a los depredadores. Es el llamado “pleitropismo antagónico” o maximización reproductiva.

Existen buenas adaptaciones como la del pelirrojo que vive en latitudes altas para así captar mejor la vitamina D o la de la piel negra en el ecuador para protegerse de las radiaciones ultravioleta. También se conservan caracteres heterocigotos, como la anemia de células falciformes, que a pesar de ser mala hemoglobina protege del paludismo. Otra ventaja heterocigótica que se mantiene es la defensa frente a enfermedades intestinales en la fibrosis quística (FC).Cuando los cambios ambientales o culturales son favorables, como la disponibilidad de la leche del ganado en el neolítico -cuando aparecieron antígenos nuevos como la leche, el huevo y el gluten-, el hombre evolucionó hacia la tolerancia a la lactosa.

Pero también existen malas adaptaciones como: la celiaquía, que es una enfermedad autoinmune por intolerancia al gluten de cereales como el trigo, cebada, el centeno y la avena. El brazo corto del cromosoma 6 presenta un marcador DQ2 presente en el 30% de la población pero en el 95% de los celiacos. Otra maladaptación es el llamado genotipo ahorrador o “thrifty”, útil en periodos de hambruna pero perjudicial y facilitador de la obesidad actualmente. También la co-evolución entre gérmenes patógenos y humanos hace que ante un ambiente hostil para los gérmenes, como es la presencia de antibióticos, debido a su ventaja reproductora los patógenos se adaptarán y aparecerán las resistencias a los antibióticos con la inevitable guerra armamentística. Esta misma coevolución sustentaría la hipótesis de la Higiene como responsable del incremento de las alergias debido a una falta de regulación de la respuesta Th2 ante la falta de estímulo de los parásitos frecuentes en otras épocas.

Amigos, esto ha sido todo...  Hemos visto una nueva forma de entender la medicina, el diagnóstico, la patogenia y el tratamiento. Una nueva forma de entender la enfermedad humana como adaptación o desadaptación y como ya explicó el patólogo español Dr. Roberto Novoa Santos (1885-1933) en su "Patología General". Un saludo a la evolución.

viernes, 8 de junio de 2012

DIVULGACIÓN CIENTÍFICA. UNA TARDE “AMAZING”

El viernes 1 de junio pasé una tarde “amazing” en el Museo de la Evolución Humana (MEH) de Burgos a pesar del bochorno y de la tormenta postrera. Se celebró la reunión “Amazings Atapuerca 2012” Y… ¿Qué es Amazings? Pues una conocida web de divulgación científica donde participan más de un centenar de conocidos blogueros. Este año tocaba Burgos y creo compartir la agradable sorpresa que ha supuesto la organización, el Museo, las visitas y el contenido del evento. Por mi parte agradecer a Rodrigo Alonso y a Antonio Mencía sus atenciones. Xurxo Mariño, doctor en biología (foto), divulgó el sentido evolutivo del cerebro respecto a tres aspectos fundamentales: “el movimiento” (el Sistema Nervioso Central es un interfaz entre la información que recibe de los sentidos y la acción muscular. Las plantas no tienen cerebro, no necesitan moverse y viven con lo que les cae encima), “la predicción” (el SNC dispone de memoria motora antes de ejecutar movimientos, como cuando nos atamos los zapatos) y “la representación” del mundo exterior (para el cerebro es mejor tener algo que nada pues continuamente trata de dar sentido a todo, va construyendo la realidad y así surge la conciencia del “yo”). Para el cerebro únicamente existiría la física (vibraciones, radiaciones elctromagnéticas…) y la química. Los mapas funcionales que están en la corteza cerebral (los visuales en la corteza occipital, el homúnculo es el mapa sensorial que está en la corteza parietal…) son los que construyen la realidad y la conciencia del “yo”. Los colores no existen, son una invención de nuestro cerebro. Las plantas, aunque no tienen SNC, no necesitan moverse pues tienen química y, así, las orquídeas -nos acaban de decir que el 80% de las orquídeas que viven en España lo hacen en Burgos- segregan hormonas sexuales para engañar a los abejorros incitándoles a copular y asegurándose la polinización. Las plantas también construyen su realidad –colorida a nuestros ojos- pero que avisa a los pájaros mediante las radiaciones ultravioletas. Aunque no lo dijo, el cerebro también es un órgano social pues simula la realidad exterior y es muy sensible a las emociones, pensamientos, intenciones y a los objetivos de los demás. Por ello, las decisiones que implican movimiento se “deciden” más en el sistema límbico de las emociones que en el lóbulo frontal, más calculador. (Quizá fuera la dieta lo que separó los destinos de los géneros Paranthropos y Homo en el linaje de los homininos, adquiriendo esos rasgos propios de los humanos: aumento del cerebro, lenguaje y cultura simbólica y tecnología.) Más tarde José Ignacio Pérez, fisiólogo, nos habló de aspectos térmicos y evolución. Los humanos somos endotermos y perdemos calor por convección, radiación y, sobretodo, por evaporación –nos dijo-. Disponemos de entre 2 y 5 millones de ellas, es decir, entre 50 y 300 glándulas sudoríparas por centímetro cuadrado. Es por esta razón por la que podemos disipar tanto calor como 15 litros de sudor al día, 10 veces la ingesta calórica diaria. (Si corremos a unos 3 m. por segundo o unos 10 Km/h, desarrollando unos 600W, necesitaríamos que el potencial de las glándulas sudoríparas trabaje al 80% para mantener la temperatura). Jaime Armentia, director del Planetario de Pamplona, nos explicó el cielo del Homo antecesor -lástima de tormenta. Por último tuve la oportunidad de saludar a Carlos Briones Llorente, doctor en Química y afamado investigador y divulgador burgalés del CSIC, que estudia la evolución molecular y divulga, de forma excelsa, el paso de la química a la biología (foto). Convenimos vernos el próximo año pues del 9 al 12 de junio de 2013 se celebrará en el Fórum de Burgos, gracias a sus auspicios, el XII Congreso Nacional de Virología.