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miércoles, 17 de enero de 2018

HOMENAJE A LA DOCTORA CHARO EN SAN JUAN DEL MONTE

EL RINCÓN DE CHARO ¡El tiempo cura! Mmmmm…. No sé… ¡Quien de verdad curaba y se entregaba a sus pacientes era Charo! Al menos el tiempo es un buen autor, pues encuentra finales felices -debieron pensar su hijo y Germán, su esposo-. La jornada del sábado 14 de octubre de 2017 en San Juan del Monte debió llenarles de alegría e íntima satisfacción al saber que los servicios que la Doctora Charo había prestado a sus pacientes, con entusiasmo y desvelos, se veían correspondidos por los vecinos con un singular jardín, umbrío y recoleto, que lleva su nombre: “El rincón de Charo”. Con un sol radiante y ambiente cálido, las gentes de San Juan, francos y cordiales, me confesaron la hospitalidad, la vocación, la entrega y la humanidad que signaron el ejercicio profesional de la Doctora Charo. La más discreta cualidad, pero la más grande, con que la naturaleza favoreció a Charo fue su humildad y el amor a la familia –dijo su hermano, el sacerdote oficiante, quien pidió una oración por ella a los asistentes a la Eucaristía-. Y en aquel rincón de la provincia, hombres recios, de piel atezada como Félix, me confesaron que Charo había sido una bendición cuando atendió a sus familiares; vamos, una samaritana para los vecinos, merecedora sin duda de aquel riguroso y cabal acontecimiento al que asistimos familiares, vecinos, amigos y colegas. Y el reloj sombrío que mide indiferente las horas tristes con su tic tac metálico se había parado para siempre. Ni acerbo ni punzante –diría nuestro poeta y colega Carlos de las Heras- no hay un solo adjetivo que mitigue la ausencia de Charo. No, el tiempo no cura, pero sabemos que cuando el reloj se detiene, para quienes aman, el tiempo es eternidad. Charo estará siempre en nuestra memoria.

martes, 30 de junio de 2015

VACUNAS. MORIR DE ÉXITO

Si prestan atención les contaré… Que, según el Boletín Técnico de la Dirección General de Sanidad, en el mes de mayo de 1930 murieron en España 78 personas de difteria (1 en Burgos), 108 de tosferina (3 en Burgos) y 504 de sarampión (14 en Burgos). Que sí, se puede. Se puede morir de éxito. Y esto es lo que ha sucedido con las vacunas. Ya no existe una percepción del riesgo de estas enfermedades por parte de la población. Desde 1986 no se había notificado casos autóctonos de difteria en España (el garrotillo, que se decía en nuestro país en la edad de Oro de la Medicina Española de los siglos XVI y XVII). Las vacunas son la herramienta más eficaz y eficiente de la Salud Pública pues tan solo suponen el 0.3% del presupuesto y la OMS estima que salvan entre 2 y 3 millones de vidas al año en el mundo. En Burgos llevamos años sin tener casos de sarampión, ni de rubéola, ni de difteria, ni de tétanos, pero en 2014 aún declaramos un caso de meningitis, 13 casos de tos ferina, 37 casos de parotiditis y 818 casos de varicela. ¿Por qué reemergen las enfermedades infecciosas? Tenemos una relación contenciosa con los agentes infecciosos, una guerra armamentística, pues son seres vivos que conviven con nosotros y, en la mayoría de ocasiones, de forma pacífica. Pero una causa de reemergencia son los movimientos de población, o la disminución de coberturas por esa falsa sensación de que ya han desaparecido, o por los movimientos anti-vacuna, que afortunadamente no son numerosos en nuestro país, y por las propias limitaciones de las vacunas, como es el caso de la antiparotiditis. ¿Por qué de estos movimientos anti-vacunas? En el norte de la provincia de Burgos también existen seguidores o militantes de estos movimientos. Algunos de ellos enfatizan efectos secundarios de algunos componentes, otros piensan que también los vacunados enferman, otros que supone una sobrecarga del sistema inmune, otros únicamente ven el mundo gobernado por la codicia de las farmacéuticas, otros por motivos religiosos, y muchos por ignorancia, irracionalidad o esa moda de la falacia naturalista, de ecologismo, de adoración a “Gaia”, a la madre naturaleza, la de pensar que es mejor pasar la enfermedad natural que vacunarse con algo artificial. Y esta epidemia de irracionalidad afecta igual a conservadores –que se oponen a toda manipulación de células madre- que a progres –quienes se oponen a los organismos modificados genéticamente o al fracking etc…En fin, nuevos luditas. Pero el papel que nos corresponde a los técnicos es el de acercar la percepción de riesgo que tienen los ciudadanos con el riesgo real. Nadie va a querer mas a sus hijos que los padres pero la reciente muerte por difteria de un niño en Olot, que no se encontaba vacunado por decisión de ellos, es una muerte evitable debida a la negligencia de sus progenitores. Evaluar los riesgos e informar e influir en las decisiones de las políticas públicas. ¿Cómo protegen las vacunas? Se dice que las vacunas son solidarias pues protegen incluso a quienes no se vacunan. Esto ocurre de dos maneras: por inmunidad de rebaño, como ocurre con las vacunas vivas, pues pueden inmunizar a las personas del entorno, y por la llamada protección de rebaño, que supone tener menos probabilidad de encontrarnos con enfermos o portadores si la gran mayoría de población se vacuna. Únicamente dos vacunas protegen individualmente a las personas: la del tétanos y la de la rabia. ¿Deben ser obligatorias las vacunas? En nuestro país generalmente se piensa que no es necesario obligar aunque se conozca como calendario obligatorio. Pero no lo son pues se alcanzan elevadas coberturas. El estado tiene muchas formas de proteger y promocionar la salud (proteger la salud es el derecho reconocido en la Constitución) como informar, invitar, incentivar, restringir o eliminar u obligar, en el supuesto de riesgo para otros como así contempla la Ley de Medidas Especiales de Salud Pública 3/86 de 14 de abril. Esta medida ya se aplicó en un colegio de Granada donde se obligó a vacunar de Triple Vírica. Veremos si de la misma manera que avanza el populismo en Europa estos movimientos no crecen y causan problemas. Ahora está reemergiendo el sarampión en Francia y Alemania. En Salud Pública priman los principios de Justicia y Beneficencia pero si hubiera un conflicto de principios la Justicia será prioritaria sobre la Autonomía individual. ¿Cuál es la importancia de los calendarios vacunales? Pues que tienen una dimensión, además de personal, colectiva, que adoptan estrategias poblacionales desde la Salud Pública para evaluar los problemas, su gravedad, su vulnerabilidad, si hay vacuna segura y efectiva, si cambia la epidemiología de la enfermedad, si existe suministro seguro… Para mi el mayor problema de los calendarios es perder la confianza en los programas de vacunación y en eso tenemos la culpa también los médicos, que no todos estamos vacunados frente a vanidades, irracionalidad etc… Mi mayor decepción profesional ocurrió en la última pandemia de gripe cuando un médico salió en televisión desaconsejando la vacuna frente a la gripe pandémica pues era de los que pensaba que el virus H1N1 era únicamente un invento de la codicia de las farmacéuticas. Esta desconfianza y contradicciones entre profesionales, como ha ocurrido con la varicela en España, dañan la confianza en los calendarios. Algunos médicos piensan que las autoridades de salud pública van contra la libre prescripción de vacunas pero lo peor puede ocurrir es que las personas adopten decisiones individuales. Ahora el BNG quiere presionar para que se incluya la vacuna frente al meningococo B. Lo mejor sería que tuviéramos un calendario común basado en la evidencia científica (como fue la decisión de incluir la vacuna de Prevenar frente al neumococo), pero la realidad española es que esta competencia la tienen las Comunidades Autónomas; también que la población confíe en que si existe un problema el sistema sanitario sabrá resolverlo. Además las fichas técnicas tienen naturaleza jurídica y sirven para informar a profesionales y ciudadanos. Entonces ir a comprar una vacuna a otro país y ponerla fuera de calendario acarrea responsabilidades profesionales. ¿Y las farmacéuticas? En España varias Comunidades Autónomas, entre otras la nuestra, decidieron hacer compra centralizada de vacunas con un ahorro relevante en este medicamento Pero las empresas no son hermanas de la caridad y también pueden caer en el monopolio, el desinterés o bien en el uso discrecional, como está ocurriendo con la vacuna frente a tos ferina, que está produciendo un desabastecimiento en Europa. Pero vivimos en el mejor de los mundos posibles y el sistema económico actual nos debe permitir hacer mas amable nuestra existencia y afrontar los retos de envejecimiento y sostenibilidad para seguir disfrutando de las vacunas y de nuestro Sistema Nacional de Salud.

lunes, 15 de septiembre de 2014

EL YUSO SE HA QUEMADO

Aunque confieso que no soy seguidor de una ética ambiental biocéntrica -aquella que reivindica igual valor para todos los seres vivos- pues en un conflicto entre hombres animales y plantas yo me posiciono como antropocéntrico, en fin aristotélico que se siente uno, he visto como una abubilla pisoteaba las cenizas entre estepas, quejigos y enebros calcinados por el fuego… ¿Y cómo no regresar del estío con un lamento? Por ello he querido ilustrar este post con estas imagenes lastimeras que han quedado grabadas en mi retina -a sangre y fuego que diría Neruda- del incendio del monte “El Yuso”. Miedo, pena, rabia… sentimientos que denuncian un mundo rural desamparado, frágil, como un anciano que se enfrenta a un entorno hostil y que ve amenazada su existencia por la soledad, por una caída quizá, o por el descuido. Fui testigo del incendio que el pasado uno de septiembre asoló buena parte del “Yuso”, ese reino de las sombras de 700 has. que compartimos Puentedura y Quintanilla del Agua y es difícil sustraerse a algunas reflexiones sobre el suceso: la primera, la impresión subjetiva que queda cuando el monte se quema que no es otra que la de pérdida de la memoria individual -como en el Alzheimer- y colectiva, el sentimiento de nostalgia por unos lugares de gran valor ambiental, espiritual y material. También significa una pérdida de futuro por el valor ecológico del bosque donde se posa la biodiversidad y el CO2. Queda este otro testimonio gráfico, como si de un epitafio se tratase, de la inicial de la dueña -la F de Felisa-, chamuscada en un tronco de enebro. La segunda, los datos objetivos: se ha perdido la mitad del monte. Como si un anciano perdiera la mitad del calcio de su esqueleto, se ha perdido un ecosistema que alberga infinidad de especies: se han perdido sabinares, esa madera imputrescible, y quejigos y encinas centenarias que daban cobijo a rabilargos, águilas, córvidos, estorninos y abubillas… (como aquella superviviente que he visto sorteando estepas y enebros y paseando sobre un suelo tórrido y cadavérico). La administración ha hablado de causas antrópicas, quizá de negligencias, de la necesidad de limpiar y repoblar, pero no ha reparado en la eficacia de los medios antiincendios, en la ausencia de planes de prevención (concentración, caminos…) en la información y sensibilización de la población. Por último, la percepción social del suceso. Me temo que la población no siente aquello de “cuando el monte se quema algo suyo se quema” -que decía aquel “slogan” del ICONA-. Tengo la impresión de que la legislación sobre montes es vista como algo elitista que no tiene en cuenta las necesidades de la gente; no hemos de olvidar que un monte útil estará mas protegido y preparado para conservar los recursos naturales.

domingo, 29 de diciembre de 2013

BREVE ANATOMÍA HUMANA EN NAVIDAD

A un seminarista le preguntaron en el exámen ¿Qué es el hombre? Él respondió: "un animal"... Y, tras pensar un poco, agregó: "pero... racional". Los instruidos examinadores convinieron solo con la segunda mitad de la respuesta... Así comienza un cuento de Chéjov que estoy leyendo estas navidades. Sigue con..."la cabeza la tiene cada uno, pero no cada uno la necesita. ¿Y la lengua? Siguiendo a Cicerón nos dice que es la enemiga del hombre y la amiga del diablo y de las mujeres... El discurso sobre el cuerpo del hombre y su naturaleza ha sido objeto de todo tipo de analogías:los zoomorfos pueblan las iglesias románicas, gárgolas las góticas, con el Renacimiento hasta la arquitectura se humaniza. Luis Lobera representará el cuerpo como un alcazar, con ojos como atalayas, la boca como un molino y la lengua como una vieja. Y como yo soy un alegre melancólico, que diría un chejoviano -valga el oximorón-, amo la vida y huyo de todo subjetivismo. El cuento viene al caso porque leí, este día de Nochebuena, que un miembro de un grupo defensor de los animales había denunciado al Ayuntamiento de Burgos por montar un Belén viviente. ¡Vaya, como en mi pueblo, que ya va para 20 años que lo venimos celebrando! -me dije-. El asunto trata del maltrato al que se somete al burro, a los corderos y a unas gallinas, todos figurantes en el Portal, pues se les denigra a un papel decorativo (sic). Y como soy médico, iniciado en el secreto del pecado humano, estoy convencido de que no hay literatura que supere el cinismo de la vida real. Y es que en este siglo vamos a afrontar retos que no van a solucionarse con clichés ni con ideologías: el futuro está abierto -nos dice Popper- y tenemos la responsabilidad de hacerlo mejor con libertad y con ciencia. No será con una actitud pánfila como resolvamos los problemas, ni con utopismo vácuo ni falacias naturales, ni con progresismo -esa ideología panfletaria e ilustrada del romanticismo que nos piensa llevar a hacia un progreso humanista, ni con la falacia de la autoridad, ni con la idea fuerza de la igualdad -será igualdad de oportunidades, no de sexos, de cuotas o de derechos de los animales...-, ni con la democracia sagrada, ni con la cultura como teología secular, ni con un modelo platónico del mundo que tropieza en la falacia narrativa, aquella que no quiere ver cisnes negros entre quienes nos describen la realidad. Así que no sé qué es peor: que el asunto vaya contra el Belén por un fanatismo indocto -¡burro, es el símbolo, el caracter público del Belén, no las creencias privadas de las gentes particulares!- o bien, por otra parte, no sé si se trataría de un asunto de isovalencia. ¿Son iguales los derechos de los hombres que los de los animales? ¿Defendemos una ética antrópica o anantrópica? Acaso... ¿vamos hacia una biozooética? (El filósofo Gustavo Bueno nos recuerda a aquel nazi que dijo:"nosotros los alemanes somos los únicos del mundo que tratamos con corrección a los animales".) ¿Son, acaso, iguales los derechos de los hombres que los de los pueblos? Pero hoy se usa la lengua y el ecologismo biocentrista como arma política y parece rentable. Para los defensores de los animales y de la vida -así, en general- la vida humana no es el centro de la biosfera sino la plaga de una especie -la humana- que prolifera en detrimento de otras. El antropocentrismo del hombre no tiene por qué ir contra otros derechos.¡Es mas, creo que quieren que yo muera! Sí, como una bestia, como un burro o un cordero. Pero desconocen que los hombres no morimos, sino que fallecemos.