lunes, 8 de junio de 2015
UN EQUIPO DE PRIMERA
El pasado 6 de junio de 2015 agradecí sinceramente la presencia de todos cuantos me acompañasteis, en el salón de usos múltiples de Quintanilla del Agua, a la presentación de mi libro "Un Equipo de Primera", pues dignificaba la celebración del CINCUENTENARIO de nuestro equipo de fútbol: el R.C.D. QUINTANILLA EL AGUA. Y ésto dije:
Comienzo con los agradecimientos, las deudas y con un temor.
- En primer lugar quiero agradecer a todos su asistencia y su atención, al Sr. Alcalde- que se despide deportivamente y en un acto popular, como a él le gusta-, a los patrocinadores, jugadores y ex jugadores, colaboradores del equipo y, especialmente, a mi editor y corrector Eduardo Munguía, de Gran Vía, autor del prólogo- mejor del panegírico- e instigador de este libro, pues fue quien me lanzó esta iniciativa y, claro, uno – a quien le gustan los retos difíciles y quien, además, pensó ¡de fútbol y medicina todo el mundo opina!- se propuso contar las emociones, los sueños y la historia de este humilde equipo que en 2015 conmemora su cincuentenario: el R.C.D. Quintanilla del Agua. Teníamos la historia y las ganas de contarla y aquí está el fruto de este empeño.
- Deudas con mis amigos, con ex - jugadores, con mi hermano félix -con quien compartí los sueños del equipo-, mis hijos -que me soportan la afición- y sobrinos, especialmente Israel (érase un hombre a un balón pegado, que diría Quevedo), icono y capitán de esta actual generación “Google” que ha colaborado estrechamente en la elaboración del libro, y a todos con quienes más cerca he compartido recuerdos, fotografías… pues sin ellos no hubiera podido reconstruir esta historia. Perdón a David Santamaría (Pana), que no sólo se conforma con lesionarse en el último minuto del partido sino que va y se cae del índice de autores. Nombrar especialmente a Rafa Martinez por todo el material que me aportó de aquella época dorada del club federado; a José Miguel Lozano, por su labor bibliográfica de la época del Trofeo de la Diputación, a José Miguel Merino (Charro) por sus ánimos y por los recuerdos que nos evocan sus álbumes de La Casera (privilegiado él, quien no tenía problemas de cromos repetidos), a Talleres Santamaría y a Dominguín, por su tradicional patrocinio, a Francisco Tabera, a José María Alonso (Cubero) por los materiales y recuerdos aportados, a los entrenadores (a Lolo y a Manolo, los dos últimos) y a Lorena Magdalena, la primera mujer con responsabilidad en el equipo (es la actual Delegada del Equipo), una mujer con carácter y carisma.
- Y un temor. Porque he escrito acerca del equipo, de personas, y siempre subyace un temor: el de convertir a las personas en personajes. Así pido perdón si en algunas expresiones, ironías o licencias literarias he convertido en personaje a alguien, pues sin personajes no hay historia y sin historia no hay libro. Personajes como cuando me refiero a Chencho y a su capacidad de elevarse por encima de los demás, quedar suspendido en el aire como un helicóptero para después rematar certeramente a la portería contraria. O cuando hablo de Viteri, quien corría con tal vehemencia que había que avisarle que se había terminado el terreno de juego… o aquellos puñetazos al aire desde la banda de Félix Alonso.
Conmemoración: aunque oficialmente el C.D. Quintanilla se federó un 27-12-1978, es difícil establecer los orígenes del fútbol en nuestro pueblo. Pero presumimos de aquella foto seminal que protagoniza la portada del libro, en sepia, la del equipo en las fiestas de la Santísima Trinidad de 1966, considerada como el primer cumpleaños del club, con aquella indumentaria camisola blanca y pantalón azul, -por cierto, igual que los primeros colores del Atlétic de Bilbao- colores elegidos por la escasez de aquellos años pues eran los colores más baratos para teñir los tejidos.
Dedicatoria: el fútbol es una analogía de la vida; esfuerzos, sentimientos, sueños, solidaridad…Un retorno a ese territorio de la infancia, un retorno a la nostalgia (nostos) porque… ¿Cómo explicar a un niño lo que es la felicidad si no es lanzándole una pelota? El libro he querido dedicárselo a un protagonista especial: el balón, la superficie más pequeña que encierra más sueños. Un balón que para quienes somos viejos para jugar al fútbol, pero jóvenes para olvidar, siempre será una tentación.
El fútbol genera metáforas y analogías de la realidad. No sólo es un juego, también es el deporte más popular y así mismo un espectáculo de estrellas. Pero “Nothing is impossible” en este "beautiful game" y, como en la vida, ocurren contingencias, enfermedades, accidentes… en el fútbol ocurre lo inesperado. Este mismo año hemos alcanzado la gloria en el último partido de la primera fase y hemos quedado a las puertas del averno en la segunda fase.
El fútbol es también una analogía de la literatura, donde caben todos los géneros y todos ellos son importantes y todos podemos escribir. En el fútbol pasa igual, todos podemos jugar -lo difícil es jugar bien-, cada uno según sus posibilidades ayudando al equipo. Y he querido seguir esta metáfora para nombrar los 11 capítulos del libro: desde el género de la comedia y el sainete, con aquellos amistosos y torneos de fiestas, hasta el género mayor de la novela, como cuando nos federamos en la temporada 1978- 79 y militamos en segunda y en primera regional, hasta ese otro género menor, el cuento, como ese Trofeo de la Diputación en el que actualmente competimos o la biografía, de nuestro jugador más ilustre, y hasta el fútbol femenino, ese otro género chick-lit o literatura para mujeres. Hay capítulo para la poesía, aquella de los goleadores del equipo que diría el cineasta Pier Paolo Pasolini, para la literatura infantil y juvenil –la de las promesas, que las hay-, la crónica o ese último índice de autores, los auténticos protagonistas - los más de doscientos futbolistas que hemos vestido y defendido los colores del equipo.
Aquí os presento la historia de un modesto club de provincias desde aquella generación “Beatles” de los años sesenta con aquellos colores del Zaragoza o hasta aquellos otros del Barsa, hasta esta generación del 98, la generación Google, heredera de los colores verdes y rojos que han caracterizado nuestra indumentaria. Más de 210 jugadores han vestido nuestros colores, 14 padres, 4 familias de 4 hermanos y 6 familias de 3 hermanos que son los verdaderos autores y protagonistas de este libro.
Aquí os dejo este libro que nos identifica, un libro para compartir momentos felices que nos transportan a nuestra infancia y que sirven de homenaje a todos aquellos que han protagonizado la historia de nuestro club, el RCD Quintanilla del Agua. No me preocupa cuantos lean el libro, sino quiénes lo leáis.
Por último, perdonad que se me olvide desear suerte a los seguidores culés en la final de la Champions de esta tarde y suerte entonces a la selección española femenina de fútbol que comienza esta semana el campeonato mundial.
¡Ah! Me encantó el regalo inesperado: unas botellas de Viña el Fraile firmadas por los jugadores y una camiseta del Sporting Bauto con mi nombre y el 59. Sí el número de mi generación, a caballo entre la generación Beatles y la generación pop.
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