viernes, 19 de agosto de 2011
AMOR ANALÓGICO Y DIGITAL. AMOR POR EL CONOCIMIENTO.
Ya lo dijo A. Einstein: "al principio todo el pensamiento está puesto en el amor; después, todo el amor pertenece al pensamiento".
La cita es la idea principal de este post que pretende una analogía entre el amor y los sistemas de información y comunicación, ya sea en versión analógica (así es como suele expresarse la naturaleza: la luz, el sonido, la temperatura...) o digital (¡cuantas conversaciones transmitió mi primer móvil!, un Philips savvy como el que ilustra el post, sobrio, recio, espartano, fiel. Una vez lo rescaté bajo mi coche entre la nieve, en la Navidades del 2004, y gracias a la digitalización sobrevivieron las conversaciones y los mensajes guardados).Al fin, lo importante no será únicamente la analogía que hago entre el amor y el mundo, ya sea analógico o bien digital, sino la consideración de tratarse de herramientas para la vida: el amor encaminado a la reproducción - objetivo fundamental de los seres vivos, empeñados en sobrevivir, en persistir- y el amor por el conocimiento, trasunto de toda información.
Los seres humanos nos reproducimos por sexo, sistema caro y complicado para los individuos, pero dizque ventajoso para la especie pues aumenta la variabilidad genética para afrontar adversidades futuras y para no acumular mutaciones deletéreas. Y en el amor y en el sexo, en el campo de la biología, se maneja y transmite información de ambos tipos: analógica y digital.
La información ANALÓGICA es continua y dinámica. Es la química del amor; es la luz con su espectro continuo de radiaciones; es el amor romántico, que seduce como un río de endorfinas. Es el susurro del amor, esas ondas sonoras que seducen y cautivan a los enamorados. Es la temperatura del amor. En este tipo de información analógica importa el medio y el material donde se almacena: ya sea una carta con la semántica del amor escrita en un papel, o una canción en un vinilo, y nunca se sabrá cuanta información se guarda, pues la medida del amor es amar sin medida - San Agustín dijo-. En fin, que el amor romántico es analógico.
La información DIGITAL, la digitalización de hoy en día, por el contrario es información categórica, cifrada, codificada, discreta. Es la excitación del amor, el orgasmo - o sí, o no; 1, ó 0 en lenguaje binario. Es el rubor, el amor medido con discreción, el rojo que va de los 700 a los 780 namómetros. Es un amor rápido, fragmentado, en el que lo importante es la sintaxis, el gesto, el ritmo, los escarceos. No importa ni el medio ni el estilo: igual da que sea en prosa o en verso, en una postal o en un "grafitti". Le interesa el contenido, la información a transmitir: la información genética. Esta es la naturaleza del sexo. La consecuencia: la reproducción.
Los SISTEMAS DIGITALES usan habitualmente sistemas de numeración binaria, en la que los números se representan como potencias de 2, mientras que nosotros en los números ordinarios escribimos en base decimal, como potencias de 10. En ambos sistemas los numerales toman el valor según la posición.
Así, por ejemplo, el número 19 en base decimal queda como 1 x 10 elevado a 1 + 9 x 10 elevado a 0. De esta forma nuestro cerebro recordando únicamente 10 dígitos diferentes puede representar cualquier número con pocos dígitos.
Por el contrario en base dos el número 19 quedará como10011, resultante de: 1 x 2 elevado a la 4 + 0 por 2 a la 3 + 0 por 2 a la 2 + 1 por dos a la 1 + 1 por 2 a la 0. Para su cálculo se han utilizado celdas (bits, binary digit) colocadas en octetos (byte). La primera posición por la derecha tomará el valor de dos elevado a la potencia 0, es decir, vale 1; la segunda posición 2 elevado a la potencia 1, es decir, vale 2; la tercera posición valdrá 2 elevado a la potencia 2, es decir, valdrá 4, pero en este caso como el dígito de esta posición tiene el valor 0 resultará 0, y así sucesivamente... hasta que en la quinta posición el valor será 1 x 2 a la 4, es decir valdrá 16. La suma de estos factores resulta en el número 19. Nuestro cerebro se equivocaría con frecuencia manejando este sistema, pero no es el caso de los computadores, que no se equivocan y calculan a velocidad de vértigo.
La digitalización de la sociedad nos ha permitido esta sociedad de la información y la comunicación, donde prima la inmediatez y la cantidad de información, pero lo importante no es la forma, sino el fondo, el pensamiento, el conocimiento, para alcanzar la anhelada sociedad del conocimiento. Conocimiento que, gracias a la ciencia y a la técnica, se aplica a la vida cotidiana de las gentes.
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