lunes, 8 de noviembre de 2010
EMOCIÓN Y RAZÓN
En Quintanilla del Agua las verrugas vulgares (papilomavirus) se curan contando estrellas o escondiendo bayas de enebro. Pero la existencia de este pensamiento sobrenatural sobre la terapéutica de esta enfermedad no es algo que pertenezca en exclusiva a las gentes del Arlanza. El mito y el rito –como realización mágica de los deseos- son comunes a muchos humanos de toda condición y siguen vigentes en nuestros días: pulseras mágicas, astrología, mal de ojo, homeopatía, conjuros, consagraciones…
En la historia evolutiva humana parece que prima la emoción sobre la razón y el cerebro, lejos de ser una máquina racional, tiene por primordial objetivo la supervivencia, por lo que la gran mayoría de nuestras acciones son inconscientes y automáticas – a través del sistema límbico, de ese cerebro primitivo que compartimos con los mamíferos- y solo una pequeña parte de la conducta será consciente y voluntaria. También la creatividad y la memoria estarían al servicio de la supervivencia. Así es que la historia de la humanidad parece más una historia de las emociones que de control racional –las pasiones y los las penas han llenado mas cementerios que los médicos y los necios aseveró Larra.
Como el pensamiento lógico no puede dar respuesta a todas las incertidumbres del hombre, éste necesitaría de la irracionalidad como mecanismo defensivo, para crear un orden y dar una explicación emocional a los hechos - para el cerebro sería mejor tener algo que nada-. El hombre sería así un ser espiritual porque posee un cerebro con sentido de la trascendencia.
Por todo esto podemos decir que en religión o en arte, esas otras formas de conocimiento sobre las contingencias humanas, la realidad no es suficiente. En el arte el virtuosismo nunca ha servido para transmitir lo real. Cervantes defendió con brío el realismo en sus novelas, pero su héroe Don Quijote, para ser creíble, para buscar la gloria, necesitó de la locura, de la irracionalidad.
Por el contrario, para las contingencias naturales, la ciencia es la herramienta más poderosa, aunque sabemos que si algo caracteriza este saber es la incertidumbre.
Bueno, dejo este post pues me voy a contar estrellas…las del Real Madrid-Atlético de Madrid, cosa muy humana, llena de afectos desenfrenados como el odio, el amor, la venganza, la ira…
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