“Nada en Biología tiene sentido excepto a la luz de la evolución” –dijo Theodosius Dobzhansky-. Esta idea ha inspirado también a la medicina evolutiva, ofreciéndole un marco conceptual para comprender la enfermedad humana.
La evolución es el cambio en el conjunto de genes de una especie o población; el cambio en su acervo genético. Todos los seres vivos evolucionan constantemente y sin dirección hacia progreso alguno, pues no existe el diseño perfecto, debido a los cambios ambientales. La idea, humilde, nos permite prescindir de la metáfora de un cuerpo diseñado por un ingeniero o Dios Hacedor. Veamos cómo se produce este cambio…
Según el Neodarwinismo (teoría sintética) los cambios en las estructuras y en los organismos, incluso en las especies, se producirían por una “lluvia fina” a través del tiempo: la microevolución, de la que la selección natural es solo uno de cinco mecanismos responsables de dichos cambios.
Algunos hablan de macroevolución para hablar de cambios en las especies (especiación) para referirse a la idea de Darwin de que todos los seres tenemos un antecesor común. ¡Vámos!, que todos los seres tenemos un pariente primitivo, un tronco común en el árbol de la vida. Pero, de cualquier manera, la macroevolución no sería otra cosa que microevolución; el mecanismo, el cómo, sería el mismo a nivel molecular (ADN). Por ejemplo, los Tetrápodos (cuatro extremidades) pertenecen al Reino animal y Philum de los cordados. Son animales como Aves, Anfibios, Reptiles y Mamíferos que presentan Homología (un mismo origen en el árbol de la vida), es decir huesos con dedos en las extremidades pero con distintas funciones: patas y dedos en los reptiles y anfibios, alas en los murciélagos (mamíferos) o aletas en los pingüinos (aves).
Y… ¿Cómo explicar la microevolución, esa sutileza que conduce a la variabilidad de la vida, al cambio en el acervo genético de las poblaciones?.
Una forma original de explicar los cincos mecanismos es mediante la analogía de la mano: “Los cinco dedos de la evolución”, original del profesor de biología Paul Anderson:
- El dedo meñique: representaría a las poblaciones pequeñas, aisladas. Imaginemos un buque con 20 personas que naufraga en una isla. La mitad de las personas son pelirrojas, por lo que el acervo genético de esa población será de un 50% para ese carácter. Si por una epidemia u otra causa mueren cinco pelirrojos, ahora la prevalencia de ese carácter será de 5/15 (33%). Como una especie se define por la capacidad de reproducirse entre sus miembros, pequeños cambios en poblaciones aisladas pueden originar nuevas especies.
- El dedo anular significará la pareja, el sexo como una forma de barajar genético. El azar influye en la meiosis y en los genes a transmitir. Es la deriva genética que puede aumentar genes en la población. Si en nuestra población ficticia de pelirrojos no se emparejara ninguno acabarían desapareciendo.
- El dedo medio simbolizará las mutaciones, que añaden genes a la población y variabilidad. Los humanos tenemos versiones diferentes de un gen (dos alelos, uno de madre y otro de padre). Son los llamados polimorfismos, muy frecuentes en insectos y peces. Si aparece una mutación nueva, por ejemplo un nuevo color de pelo, cambiaría el acervo genético de la población.
- El dedo índice significará el movimiento, las migraciones, el flujo de genes. Si emigran pelirrojos, si se van, cambiará el acervo genético de la población.
- El pulgar, por último, simbolizará el mecanismo de la “selección natural”, único mecanismo que es adaptativo. Es un efecto, más que una causa, por la que los individuos mejor adaptados tienen más éxito reproductivo. Por ejemplo, la Biston betularia, la polilla inglesa del abedul que muestro en la foto, cambió el color de sus alas de blancas a negras para mimetizarse y ocultarse de los pájaros. Ocurrió en el periodo desde 1850 a 1900 debido al hollín de la industria, que ennegreció los abedules. El mismo pulgar es un efecto de la selección natural.
La selección sexual es una forma particular de selección natural: el pavo real exhibe sus buenos genes con plumas brillantes (para reivindicarse libres de parásitos) y con numerosos ocelos, en clara ostentación de poderío y éxito reproductivo. Todo aún a costa de arriesgar su supervivencia haciéndose presente a los depredadores. Es el llamado “pleitropismo antagónico” o maximización reproductiva.
Existen buenas adaptaciones como la del pelirrojo que vive en latitudes altas para así captar mejor la vitamina D o la de la piel negra en el ecuador para protegerse de las radiaciones ultravioleta. También se conservan caracteres heterocigotos, como la anemia de células falciformes, que a pesar de ser mala hemoglobina protege del paludismo. Otra ventaja heterocigótica que se mantiene es la defensa frente a enfermedades intestinales en la fibrosis quística (FC).Cuando los cambios ambientales o culturales son favorables, como la disponibilidad de la leche del ganado en el neolítico -cuando aparecieron antígenos nuevos como la leche, el huevo y el gluten-, el hombre evolucionó hacia la tolerancia a la lactosa.
Pero también existen malas adaptaciones como: la celiaquía, que es una enfermedad autoinmune por intolerancia al gluten de
cereales como el trigo, cebada, el centeno y la avena. El brazo corto
del cromosoma 6 presenta un marcador DQ2 presente en el 30% de la
población pero en el 95% de los celiacos. Otra maladaptación es el llamado genotipo ahorrador o “thrifty”, útil en periodos de hambruna pero perjudicial y facilitador de la obesidad actualmente. También la co-evolución entre gérmenes patógenos y humanos hace que ante un ambiente hostil para los gérmenes, como es la presencia de antibióticos, debido a su ventaja reproductora los patógenos se adaptarán y aparecerán las resistencias a los antibióticos con la inevitable guerra armamentística. Esta misma coevolución sustentaría la hipótesis de la Higiene como responsable del incremento de las alergias debido a una falta de regulación de la respuesta Th2 ante la falta de estímulo de los parásitos frecuentes en otras épocas.
Amigos, esto ha sido todo... Hemos visto una nueva forma de entender la medicina, el diagnóstico, la patogenia y el tratamiento. Una nueva forma de entender la enfermedad humana como adaptación o desadaptación y como ya explicó el patólogo español Dr. Roberto Novoa Santos (1885-1933) en su "Patología General". Un saludo a la evolución.
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