jueves, 13 de diciembre de 2012
LA DERIVA
Amigos,
Sabíamos que Burgos ostenta el distintivo de Ciudad de la Ciencia. Sí, pero no hasta el punto de que las acémilas vayan a la Universidad. La foto del Diario de Burgos muestra a los dos noveles universitarios en la Facultad de Ciencias. No los tengo en mi clase, pero una postura inteligente sí han adoptado: pastar el mejor alimento, el conocimiento.
Lo que tampoco sabíamos es que ahora se habla del sexto continente: el de Internet, el de la Globalización. Pero hablemos de continentes y de otra deriva.
La "teoría de la deriva” es la que nos explicó Joseph María Parés, científico del CENIEH, el pasado 15 de noviembre. El motivo: este año se cumple el centenario de esta teoría de A. Wegener (Berlín, 1880 – Groenlandia, 1930) por la que se explicaba el origen de los continentes y océanos. Hoy se conoce como la teoría de la “Tectónica de Placas”, que preconiza desplazamientos de los continentes a razón de entre 6-10 cm./año. La corteza terrestre se desplazaría, imperceptiblemente, sobre el manto terrestre (sólidos de distinta viscosidad). Las rocas fluirían, por diferente viscosidad, movidas por la convección de calor procedente del centro de la Tierra.
En definitiva, Pangea era el Supercontinente único que, hace 300 millones de años, flotaba por la superficie del planeta hasta que estas fuerzas lo resquebrajaron. Ahí tenemos los testimonios fósiles, climáticos y geológicos de la antigua unión del cuerno de África con América del Sur. Y hete que, por entonces, Burgos gozaba de un clima tropical, pero nos hemos ido desplazando a latitudes nórdicas. No me extraña que Leo Harlem diga ahora que Burgos es la única ciudad donde las estatuas llevan bufanda y se les hielan los mocos. Pero nos queda un consuelo. Nos hemos alejado de zonas inestables y puntos calientes (zonas de choque con terremotos y volcanes) y hemos tornado aquella voluptuosidad del calor por este otro sosiego del frio.
domingo, 25 de noviembre de 2012
CURIOSITY
Amigos, curiosa la fotografía tomada en Quintanilla del Agua en 1950 (D. Francisco,D. Andrés, Benigno, D. Mauro, D. Jesús y D. Deusicio). Seguramente en tiempo de confesiones y con un vehículo acorde a aquellos tiempos de certezas. También los místicos, como los poetas, buscan el conocimiento en aquello que aman y pretenden dar respuestas a los interrogantes de la vida. Aunque conviene no olvidar que, en no pocas ocasiones, la religión ha considerado a la ciencia fuente de conocimiento envenenado por negar el origen divino del hombre.
Pero la ciencia, como empresa cultural de la humanidad, se hace imprescindible para unos ciudadanos libres que requieren conocimientos sobre el universo, la energía, el material genético, la vida... Y por eso, esta semana, se habló en Burgos de otra curiosidad y de otro vehículo acorde a estos tiempos de incertidumbre: la que viaja a Marte y del Rover "Curiosity", el vehículo que explora desde agosto el planeta rojo.
Estuvo Javier Gómez Elvira en el Museo de la Evolución. Trabaja en el Centro de Astrobiología como Director del Instituto Nacional de Tecnologías Aeroespaciales (INTA). Y si ya sabíamos que podemos domesticar levaduras y bacterias para producir proteínas y vacunas ahora sabemos que podemos estabular un vehículo propulsado por Polonio para que deambule durante años escrutando e interrogando la naturaleza de Marte. Los objetivos de la misión son estudiar el potencial biológico, geológico y geoquímico del planeta para albergar vida. El agua, la atmósfera y la meteorología, las radiaciones... Y lo bueno de todo es que España también participa en este proyecto para explicar la naturaleza y nuestro lugar en el cosmos. Ahora no unicamente ponemos los jamones. Algunos dicen que también ponemos el cuchillo jamonero para el mayor deleite del mundo: el conocimiento.
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viernes, 26 de octubre de 2012
SABOR DE OTOÑO Y OLOR A HUMEDAD
Con el otoño he vuelto a las aulas. Sí, a la Facultad de Ciencias como profesor asociado en el grado de Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Y les he dicho a mis alumnos que no se si es una buena idea enseñar pues decía Anton Chejov -el médico y maestro de la literatura universal- que los hombres inteligentes (entiéndase en genérico) lo que quieren es aprender, el resto enseñar. Pero también les he dicho que enseñando se aprende, así es que aquí estoy, de nuevo, aprendiendo sobre sabores y olores.
¿Sabéis que además de los cuatro sabores básicos (ácido, salado, dulce y amargo) existe un quinto sabor? Pues sí, el del glutamato, sabor producido por la sal de un aminoácido abundante en tomates, espárragos y carne. Es un aditivo y potenciador del sabor. Y, últimamente, los aficionados a la culinaria andan detrás del sexto sabor, el geométrico. Dicen que se producen moléculas sápidas al calentar alimentos a mas de 130 grados centigrados, o bien según su composición en función de la relación hidratos de carbono / proteinas. Pero para sabores os dejo la fotografía de la escuela que me trae a la memoria el sabor dulce de la infancia, de aquellas tardes otoñales, tardes de niebla, de tareas y de juegos en la calle... Pero también el sabor amargo del olvido, el de las persianas bajadas de mi escuela.
Con el otoño también he vuelto a sentir algo que hacía tiempo no experimentaba: ese placer de olor a tierra mojada.
¿Habéis notado alguna vez ese aroma a humedad al pasar cerca de una fuente o tras la lluvia? Es debido a la presencia de una molécula: la geosmina. Esta sustancia alcohólica está producida por bacterias como Streptomyces coelicolor, por algunos hongos Penicillium -que enturbian los aromas de un buen vino- y por cianobacterias del suelo. Los Camélidos detectan esta molécula en el desierto desde distancias de 80 kms. y los cactus la usan como reclamo a los insectos para que así sean polinizados por ellos.
¿Sabéis que además de los cuatro sabores básicos (ácido, salado, dulce y amargo) existe un quinto sabor? Pues sí, el del glutamato, sabor producido por la sal de un aminoácido abundante en tomates, espárragos y carne. Es un aditivo y potenciador del sabor. Y, últimamente, los aficionados a la culinaria andan detrás del sexto sabor, el geométrico. Dicen que se producen moléculas sápidas al calentar alimentos a mas de 130 grados centigrados, o bien según su composición en función de la relación hidratos de carbono / proteinas. Pero para sabores os dejo la fotografía de la escuela que me trae a la memoria el sabor dulce de la infancia, de aquellas tardes otoñales, tardes de niebla, de tareas y de juegos en la calle... Pero también el sabor amargo del olvido, el de las persianas bajadas de mi escuela.
Con el otoño también he vuelto a sentir algo que hacía tiempo no experimentaba: ese placer de olor a tierra mojada.
¿Habéis notado alguna vez ese aroma a humedad al pasar cerca de una fuente o tras la lluvia? Es debido a la presencia de una molécula: la geosmina. Esta sustancia alcohólica está producida por bacterias como Streptomyces coelicolor, por algunos hongos Penicillium -que enturbian los aromas de un buen vino- y por cianobacterias del suelo. Los Camélidos detectan esta molécula en el desierto desde distancias de 80 kms. y los cactus la usan como reclamo a los insectos para que así sean polinizados por ellos.
jueves, 12 de julio de 2012
VER Y MIRAR. EL COLOR, EL CALOR Y EL CALOR DEL COLOR.
Ver un águila o un abejaruco es percibir lo primigenio, su apariencia: el porte majestuoso de la rapaz, la fortaleza de sus garras y del pico, o la ligereza y la belleza de las formas y esos colores tornasolados y límpidos de nuestra ave del paraíso (como éstos que nos regala la foto de Darío). Mirar el águila o el abejaruco va más allá, es contemplar, algo más subjetivo e intencional pues trata de conocer su hábitat, sus costumbres… Así que los “pajareros” no solo ven aves sino que contemplan pájaros en busca del conocimiento.
Pero tras esta digresión apunto que para poder mirar lo primero es ver, es decir, medir cómo reacciona un objeto, en este caso un pájaro, ante energías incidentes. Ante nuestros ojos el ave aparece con las formas y colores cuando la luz visible incide sobre él, radiación que tiene una longitud de onda de 0.5 por 10 a la menos 6 metros y oscila a una frecuencia de 10 a la 15 Hz. A su vez el ojo de las aves, mas aguda que la humana, puede rastrear, como los cernícalos, restos de orina o excreciones que reflejan otra radiaciones como las ultravioleta (UV). También ciertos plumajes y el pico de los mirlos reflejan los UV como sistema señalizador.
Y… ¿Podríamos ver el calor de las aves? No. La temperatura de los cuerpos es una radiación térmica o infrarroja que muestra el calor que irradian los cuerpos y que podemos sentir pero no ver. Las aves tampoco ven los infrarrojos, a diferencia de las serpientes que utilizan estas radiaciones para capturar a sus presas. La radiación infrarroja tiene una longitud de onda de 10 a la menos 5 metros y oscila con una frecuencia de 10 a la 12 Hz.
Además existe otra forma de ver objetos: por ejemplo, Watson y Crick fotografiaron la estructura de doble hélice del ADN mediante rayos X y mediante neutrones se pueden observar en 3D estructuras químicas como proteínas de virus.
Y… ¿Cómo medimos la temperatura de los cuerpos?
En el sistema métrico la escala centígrada (cien grados) oscila entre los º0 C del punto de congelación del agua hasta los 100 ºC del punto de ebullición.
La escala Fahrenheit, con rango de 180 grados, oscila entre los 32 ºF para el punto de congelación y los 212 ºF para el punto de ebullición. Así pues la relación ºC y ºF es de 100/180 = 5/9. Por ello, si queremos pasar de ºF a ºC, en primer lugar tenemos que restar 32 grados y después multiplicar por 5/9. De otra manera, si lo que queremos es pasar de ºC a ºF, en primer lugar multiplicaremos por 9/5 y, posteriormente, sumaremos 32 grados. Por ejemplo, nuestra temperatura corporal es de 37 ºC, lo que equivales a: 37 x 95 = 66,6; 66,6 + 32 = 98,6 ºF.
Otra escala de medida de la temperatura es la Kelvin o temperatura absoluta, que sitúa el cero absoluto, es decir, la mínima energía térmica de las partículas y moléculas, por ejemplo un cuerpo negro que no emite nada de energía, en – 273,15 ºC y el punto de fusión del agua (sólido a líquido) en 273, 15 ºC. Por ello la temperatura en K = ºC + 273,15; De esta forma, nuestra temperatura corporal en grados Kelvin será K = 37 + 273= 310,15 K.
Dije que no podíamos ver el calor, pero si podemos medir la temperatura del color. Un cuerpo negro al calentarse emitiría energía a longitudes de onda más cortas y frecuencias más altas (por eso cambia de color un cuerpo cuando se calienta). En fotografía y en astronomía se usa la temperatura de color, medida en Kelvin, que será una medida relativa que compara el color dentro del espectro visible con el que debería emitir un cuerpo negro calentado para emitir a ese color. Las salidas y puestas de sol en fotografía corresponden a 1.600 K (rojizo); un rayo (azulado) corresponderá a una temperatura de color de 30.000 K. En astronomía una estrella que se aleja de la Tierra se desplaza al rojo y una estrella que se acerca se corre hacia el azul.
miércoles, 4 de julio de 2012
EL AZAR EN EL TEATRO DEL MUNDO Y EL VEREDICTO DAUBERT
“Un Hombre de Suerte”. En realidad el pasado sábado 23 de junio fue una noche de suerte para todos los que vimos la representación teatral pues tuvimos el privilegio de contar con la presencia del autor de la obra: José Luis Alonso de Santos. Fue una magnífica representación a cargo de Luis Miguel Orcajo (El Duende de Lerma) en el corral de comedias Felipe-Segundo, ese original espacio escénico que ha construido mi hermano Félix en Quintanilla del Agua (foto recuerdo). Una tragicomedia que protagonizara Juan Luis Galiardo, a quien se rindió un sentido homenaje pues -coincidencias de la vida- había fallecido un día antes. El enigma de la vida, en este teatro del mundo, se escapa a la razón –nos venía a decir el autor.
Pero la obra me recordó la naturaleza irreductible probabilística de nuestras vidas. Ocurre que la gente da mucha importancia a las coincidencias y poca a las evidencias estadísticas – nos dice John Allen Paulus en “Un hombre anumérico”. ¿Saben ustedes que tan solo hacen falta 23 personas reunidas para que exista una probabilidad del 50% de que dos de ellas coincidan en la fecha de cumpleaños? (365*364…*342 / 365 elevado a 23= 0.5).
Y tras esta digresión hablaremos de evidencias y de buena ciencia pues son la incertidumbre y la variabilidad características inherentes a la clínica, a la epidemiología y a la ciencia en general. Por ello es absurda la exigencia del riesgo cero.
Pero… ¿Cómo evalúan los jueces las pruebas científicas? ¿Qué es buena ciencia para el derecho? ¿Qué es el veredicto o la doctrina Daubert?
Pues es un canon de buena ciencia establecido por el Tribunal Supremo Federal de los EEUU en 1993. Consiste en la consideración, por parte de los tribunales, de asociaciones causales a partir del riesgo relativo 2, es decir, de un incremento del 50% de la probabilidad de ocurrencia de un suceso. ¿De dónde sale este incremento del 50%? Pues si entendemos el riego nulo o neutro, de una “odds” por ejemplo o de un riesgo relativo como de valor 1, un incremento de una unidad en una “odds” significará un incremento del 50% ya que Odss = probabilidad / (1 – probabilidad) y, a su vez, Probabilidad = Odss / (Odss + 1); en este caso P= 1/(1+1)= 0.5.
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jueves, 14 de junio de 2012
LOS CINCO DEDOS DE LA EVOLUCIÓN
“Nada en Biología tiene sentido excepto a la luz de la evolución” –dijo Theodosius Dobzhansky-. Esta idea ha inspirado también a la medicina evolutiva, ofreciéndole un marco conceptual para comprender la enfermedad humana.
La evolución es el cambio en el conjunto de genes de una especie o población; el cambio en su acervo genético. Todos los seres vivos evolucionan constantemente y sin dirección hacia progreso alguno, pues no existe el diseño perfecto, debido a los cambios ambientales. La idea, humilde, nos permite prescindir de la metáfora de un cuerpo diseñado por un ingeniero o Dios Hacedor. Veamos cómo se produce este cambio… Según el Neodarwinismo (teoría sintética) los cambios en las estructuras y en los organismos, incluso en las especies, se producirían por una “lluvia fina” a través del tiempo: la microevolución, de la que la selección natural es solo uno de cinco mecanismos responsables de dichos cambios. Algunos hablan de macroevolución para hablar de cambios en las especies (especiación) para referirse a la idea de Darwin de que todos los seres tenemos un antecesor común. ¡Vámos!, que todos los seres tenemos un pariente primitivo, un tronco común en el árbol de la vida. Pero, de cualquier manera, la macroevolución no sería otra cosa que microevolución; el mecanismo, el cómo, sería el mismo a nivel molecular (ADN). Por ejemplo, los Tetrápodos (cuatro extremidades) pertenecen al Reino animal y Philum de los cordados. Son animales como Aves, Anfibios, Reptiles y Mamíferos que presentan Homología (un mismo origen en el árbol de la vida), es decir huesos con dedos en las extremidades pero con distintas funciones: patas y dedos en los reptiles y anfibios, alas en los murciélagos (mamíferos) o aletas en los pingüinos (aves).
Y… ¿Cómo explicar la microevolución, esa sutileza que conduce a la variabilidad de la vida, al cambio en el acervo genético de las poblaciones?. Una forma original de explicar los cincos mecanismos es mediante la analogía de la mano: “Los cinco dedos de la evolución”, original del profesor de biología Paul Anderson:
- El dedo meñique: representaría a las poblaciones pequeñas, aisladas. Imaginemos un buque con 20 personas que naufraga en una isla. La mitad de las personas son pelirrojas, por lo que el acervo genético de esa población será de un 50% para ese carácter. Si por una epidemia u otra causa mueren cinco pelirrojos, ahora la prevalencia de ese carácter será de 5/15 (33%). Como una especie se define por la capacidad de reproducirse entre sus miembros, pequeños cambios en poblaciones aisladas pueden originar nuevas especies.
- El dedo anular significará la pareja, el sexo como una forma de barajar genético. El azar influye en la meiosis y en los genes a transmitir. Es la deriva genética que puede aumentar genes en la población. Si en nuestra población ficticia de pelirrojos no se emparejara ninguno acabarían desapareciendo.
- El dedo medio simbolizará las mutaciones, que añaden genes a la población y variabilidad. Los humanos tenemos versiones diferentes de un gen (dos alelos, uno de madre y otro de padre). Son los llamados polimorfismos, muy frecuentes en insectos y peces. Si aparece una mutación nueva, por ejemplo un nuevo color de pelo, cambiaría el acervo genético de la población.
- El dedo índice significará el movimiento, las migraciones, el flujo de genes. Si emigran pelirrojos, si se van, cambiará el acervo genético de la población.
- El pulgar, por último, simbolizará el mecanismo de la “selección natural”, único mecanismo que es adaptativo. Es un efecto, más que una causa, por la que los individuos mejor adaptados tienen más éxito reproductivo. Por ejemplo, la Biston betularia, la polilla inglesa del abedul que muestro en la foto, cambió el color de sus alas de blancas a negras para mimetizarse y ocultarse de los pájaros. Ocurrió en el periodo desde 1850 a 1900 debido al hollín de la industria, que ennegreció los abedules. El mismo pulgar es un efecto de la selección natural.
La selección sexual es una forma particular de selección natural: el pavo real exhibe sus buenos genes con plumas brillantes (para reivindicarse libres de parásitos) y con numerosos ocelos, en clara ostentación de poderío y éxito reproductivo. Todo aún a costa de arriesgar su supervivencia haciéndose presente a los depredadores. Es el llamado “pleitropismo antagónico” o maximización reproductiva.
Existen buenas adaptaciones como la del pelirrojo que vive en latitudes altas para así captar mejor la vitamina D o la de la piel negra en el ecuador para protegerse de las radiaciones ultravioleta. También se conservan caracteres heterocigotos, como la anemia de células falciformes, que a pesar de ser mala hemoglobina protege del paludismo. Otra ventaja heterocigótica que se mantiene es la defensa frente a enfermedades intestinales en la fibrosis quística (FC).Cuando los cambios ambientales o culturales son favorables, como la disponibilidad de la leche del ganado en el neolítico -cuando aparecieron antígenos nuevos como la leche, el huevo y el gluten-, el hombre evolucionó hacia la tolerancia a la lactosa.
Pero también existen malas adaptaciones como: la celiaquía, que es una enfermedad autoinmune por intolerancia al gluten de cereales como el trigo, cebada, el centeno y la avena. El brazo corto del cromosoma 6 presenta un marcador DQ2 presente en el 30% de la población pero en el 95% de los celiacos. Otra maladaptación es el llamado genotipo ahorrador o “thrifty”, útil en periodos de hambruna pero perjudicial y facilitador de la obesidad actualmente. También la co-evolución entre gérmenes patógenos y humanos hace que ante un ambiente hostil para los gérmenes, como es la presencia de antibióticos, debido a su ventaja reproductora los patógenos se adaptarán y aparecerán las resistencias a los antibióticos con la inevitable guerra armamentística. Esta misma coevolución sustentaría la hipótesis de la Higiene como responsable del incremento de las alergias debido a una falta de regulación de la respuesta Th2 ante la falta de estímulo de los parásitos frecuentes en otras épocas.
Amigos, esto ha sido todo... Hemos visto una nueva forma de entender la medicina, el diagnóstico, la patogenia y el tratamiento. Una nueva forma de entender la enfermedad humana como adaptación o desadaptación y como ya explicó el patólogo español Dr. Roberto Novoa Santos (1885-1933) en su "Patología General". Un saludo a la evolución.
La evolución es el cambio en el conjunto de genes de una especie o población; el cambio en su acervo genético. Todos los seres vivos evolucionan constantemente y sin dirección hacia progreso alguno, pues no existe el diseño perfecto, debido a los cambios ambientales. La idea, humilde, nos permite prescindir de la metáfora de un cuerpo diseñado por un ingeniero o Dios Hacedor. Veamos cómo se produce este cambio… Según el Neodarwinismo (teoría sintética) los cambios en las estructuras y en los organismos, incluso en las especies, se producirían por una “lluvia fina” a través del tiempo: la microevolución, de la que la selección natural es solo uno de cinco mecanismos responsables de dichos cambios. Algunos hablan de macroevolución para hablar de cambios en las especies (especiación) para referirse a la idea de Darwin de que todos los seres tenemos un antecesor común. ¡Vámos!, que todos los seres tenemos un pariente primitivo, un tronco común en el árbol de la vida. Pero, de cualquier manera, la macroevolución no sería otra cosa que microevolución; el mecanismo, el cómo, sería el mismo a nivel molecular (ADN). Por ejemplo, los Tetrápodos (cuatro extremidades) pertenecen al Reino animal y Philum de los cordados. Son animales como Aves, Anfibios, Reptiles y Mamíferos que presentan Homología (un mismo origen en el árbol de la vida), es decir huesos con dedos en las extremidades pero con distintas funciones: patas y dedos en los reptiles y anfibios, alas en los murciélagos (mamíferos) o aletas en los pingüinos (aves).
Y… ¿Cómo explicar la microevolución, esa sutileza que conduce a la variabilidad de la vida, al cambio en el acervo genético de las poblaciones?. Una forma original de explicar los cincos mecanismos es mediante la analogía de la mano: “Los cinco dedos de la evolución”, original del profesor de biología Paul Anderson:
- El dedo meñique: representaría a las poblaciones pequeñas, aisladas. Imaginemos un buque con 20 personas que naufraga en una isla. La mitad de las personas son pelirrojas, por lo que el acervo genético de esa población será de un 50% para ese carácter. Si por una epidemia u otra causa mueren cinco pelirrojos, ahora la prevalencia de ese carácter será de 5/15 (33%). Como una especie se define por la capacidad de reproducirse entre sus miembros, pequeños cambios en poblaciones aisladas pueden originar nuevas especies.
- El dedo anular significará la pareja, el sexo como una forma de barajar genético. El azar influye en la meiosis y en los genes a transmitir. Es la deriva genética que puede aumentar genes en la población. Si en nuestra población ficticia de pelirrojos no se emparejara ninguno acabarían desapareciendo.
- El dedo medio simbolizará las mutaciones, que añaden genes a la población y variabilidad. Los humanos tenemos versiones diferentes de un gen (dos alelos, uno de madre y otro de padre). Son los llamados polimorfismos, muy frecuentes en insectos y peces. Si aparece una mutación nueva, por ejemplo un nuevo color de pelo, cambiaría el acervo genético de la población.
- El dedo índice significará el movimiento, las migraciones, el flujo de genes. Si emigran pelirrojos, si se van, cambiará el acervo genético de la población.
- El pulgar, por último, simbolizará el mecanismo de la “selección natural”, único mecanismo que es adaptativo. Es un efecto, más que una causa, por la que los individuos mejor adaptados tienen más éxito reproductivo. Por ejemplo, la Biston betularia, la polilla inglesa del abedul que muestro en la foto, cambió el color de sus alas de blancas a negras para mimetizarse y ocultarse de los pájaros. Ocurrió en el periodo desde 1850 a 1900 debido al hollín de la industria, que ennegreció los abedules. El mismo pulgar es un efecto de la selección natural.
La selección sexual es una forma particular de selección natural: el pavo real exhibe sus buenos genes con plumas brillantes (para reivindicarse libres de parásitos) y con numerosos ocelos, en clara ostentación de poderío y éxito reproductivo. Todo aún a costa de arriesgar su supervivencia haciéndose presente a los depredadores. Es el llamado “pleitropismo antagónico” o maximización reproductiva.
Existen buenas adaptaciones como la del pelirrojo que vive en latitudes altas para así captar mejor la vitamina D o la de la piel negra en el ecuador para protegerse de las radiaciones ultravioleta. También se conservan caracteres heterocigotos, como la anemia de células falciformes, que a pesar de ser mala hemoglobina protege del paludismo. Otra ventaja heterocigótica que se mantiene es la defensa frente a enfermedades intestinales en la fibrosis quística (FC).Cuando los cambios ambientales o culturales son favorables, como la disponibilidad de la leche del ganado en el neolítico -cuando aparecieron antígenos nuevos como la leche, el huevo y el gluten-, el hombre evolucionó hacia la tolerancia a la lactosa.
Pero también existen malas adaptaciones como: la celiaquía, que es una enfermedad autoinmune por intolerancia al gluten de cereales como el trigo, cebada, el centeno y la avena. El brazo corto del cromosoma 6 presenta un marcador DQ2 presente en el 30% de la población pero en el 95% de los celiacos. Otra maladaptación es el llamado genotipo ahorrador o “thrifty”, útil en periodos de hambruna pero perjudicial y facilitador de la obesidad actualmente. También la co-evolución entre gérmenes patógenos y humanos hace que ante un ambiente hostil para los gérmenes, como es la presencia de antibióticos, debido a su ventaja reproductora los patógenos se adaptarán y aparecerán las resistencias a los antibióticos con la inevitable guerra armamentística. Esta misma coevolución sustentaría la hipótesis de la Higiene como responsable del incremento de las alergias debido a una falta de regulación de la respuesta Th2 ante la falta de estímulo de los parásitos frecuentes en otras épocas.
Amigos, esto ha sido todo... Hemos visto una nueva forma de entender la medicina, el diagnóstico, la patogenia y el tratamiento. Una nueva forma de entender la enfermedad humana como adaptación o desadaptación y como ya explicó el patólogo español Dr. Roberto Novoa Santos (1885-1933) en su "Patología General". Un saludo a la evolución.
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viernes, 8 de junio de 2012
DIVULGACIÓN CIENTÍFICA. UNA TARDE “AMAZING”
El viernes 1 de junio pasé una tarde “amazing” en el Museo de la Evolución Humana (MEH) de Burgos a pesar del bochorno y de la tormenta postrera. Se celebró la reunión “Amazings Atapuerca 2012” Y… ¿Qué es Amazings?
Pues una conocida web de divulgación científica donde participan más de un centenar de conocidos blogueros. Este año tocaba Burgos y creo compartir la agradable sorpresa que ha supuesto la organización, el Museo, las visitas y el contenido del evento. Por mi parte agradecer a Rodrigo Alonso y a Antonio Mencía sus atenciones.
Xurxo Mariño, doctor en biología (foto), divulgó el sentido evolutivo del cerebro respecto a tres aspectos fundamentales: “el movimiento” (el Sistema Nervioso Central es un interfaz entre la información que recibe de los sentidos y la acción muscular. Las plantas no tienen cerebro, no necesitan moverse y viven con lo que les cae encima), “la predicción” (el SNC dispone de memoria motora antes de ejecutar movimientos, como cuando nos atamos los zapatos) y “la representación” del mundo exterior (para el cerebro es mejor tener algo que nada pues continuamente trata de dar sentido a todo, va construyendo la realidad y así surge la conciencia del “yo”). Para el cerebro únicamente existiría la física (vibraciones, radiaciones elctromagnéticas…) y la química. Los mapas funcionales que están en la corteza cerebral (los visuales en la corteza occipital, el homúnculo es el mapa sensorial que está en la corteza parietal…) son los que construyen la realidad y la conciencia del “yo”. Los colores no existen, son una invención de nuestro cerebro.
Las plantas, aunque no tienen SNC, no necesitan moverse pues tienen química y, así, las orquídeas -nos acaban de decir que el 80% de las orquídeas que viven en España lo hacen en Burgos- segregan hormonas sexuales para engañar a los abejorros incitándoles a copular y asegurándose la polinización. Las plantas también construyen su realidad –colorida a nuestros ojos- pero que avisa a los pájaros mediante las radiaciones ultravioletas.
Aunque no lo dijo, el cerebro también es un órgano social pues simula la realidad exterior y es muy sensible a las emociones, pensamientos, intenciones y a los objetivos de los demás. Por ello, las decisiones que implican movimiento se “deciden” más en el sistema límbico de las emociones que en el lóbulo frontal, más calculador.
(Quizá fuera la dieta lo que separó los destinos de los géneros Paranthropos y Homo en el linaje de los homininos, adquiriendo esos rasgos propios de los humanos: aumento del cerebro, lenguaje y cultura simbólica y tecnología.)
Más tarde José Ignacio Pérez, fisiólogo, nos habló de aspectos térmicos y evolución. Los humanos somos endotermos y perdemos calor por convección, radiación y, sobretodo, por evaporación –nos dijo-. Disponemos de entre 2 y 5 millones de ellas, es decir, entre 50 y 300 glándulas sudoríparas por centímetro cuadrado. Es por esta razón por la que podemos disipar tanto calor como 15 litros de sudor al día, 10 veces la ingesta calórica diaria. (Si corremos a unos 3 m. por segundo o unos 10 Km/h, desarrollando unos 600W, necesitaríamos que el potencial de las glándulas sudoríparas trabaje al 80% para mantener la temperatura).
Jaime Armentia, director del Planetario de Pamplona, nos explicó el cielo del Homo antecesor -lástima de tormenta.
Por último tuve la oportunidad de saludar a Carlos Briones Llorente, doctor en Química y afamado investigador y divulgador burgalés del CSIC, que estudia la evolución molecular y divulga, de forma excelsa, el paso de la química a la biología (foto). Convenimos vernos el próximo año pues del 9 al 12 de junio de 2013 se celebrará en el Fórum de Burgos, gracias a sus auspicios, el XII Congreso Nacional de Virología.
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miércoles, 16 de mayo de 2012
TUBERCULOSIS: LA ENFERMEDAD DE LA PASIÓN
Esculapio, dios de la medicina, dijo:
“Si ansías conocer al hombre, penetrar en su trágico destino ¡hazte médico, hijo mío!”
Porque, amigo lector, es menester recordar que nunca fue tan certera esta sentencia como cuando se refiere a las enfermedades infecciosas que, a juicio de William Mc Neill, marcaron el devenir de la humanidad. Pues la epístola de hoy trata de una trágica, devastadora y funesta enfermedad, la tuberculosis, que ha afligido al hombre desde tiempos remotos, desde el neolítico, época en la que aumentó la población y se domesticó el ganado. Existen evidencias de la enfermedad desde hace 9000 años en Haifa (Israel) y en un caso de mal de Pott (tuberculosis vertebral) en Heilderberger (Alemania) hace 5000 años.
Fue Robert Koch quien descubrió en 1882 un bacilo largo (3-5 micras) del género Mycobacterium (M. tuberculosis), del que se conocen cincuenta especies. El bacilo ha sido el protagonista de las representaciones artísticas y culturales de todas las épocas. Y el horror a esta enfermedad se manifiesta no sólo en el mundo de la pintura, ejemplificado con este “grito” de Edvard Munch (su madre y su hermana murieron de tuberculosis), sino también en el mundo de la literatura, de la ciencia… Fueron tuberculosos famosos: Antón Chéjov, el poeta Jhon Keats, el médico Andrea Vesalio, Kafka…
Enfermedad mixtificada hasta que llegó la era antibiótica (la estreptomicina se descubrió en 1944), la tisis era considerada como la enfermedad del alma, de la pasión, ya que era la causa de la muerte de mas de la mitad de quienes enfermaban, en su mayoría jóvenes.
En el hombre la patología tuberculosa se produce por tres especies: M. tuberculosis, M. bovis y M. africanum. El reservorio es humano y se transmite por aerosoles. El bacilo posee poca patogenicidad pues necesita infectar a 20 personas para provocar un nuevo caso de enfermedad, pero presente elevada virulencia y mortalidad sin tratamiento antibiótico.
Mientras la epidemia actual de Tuberculosis se desarrolla en África, en el siglo XX se vivió en Asia y en Europa se padeció en los siglos XVIII y XIX, con la industrialización, la pobreza y el hacinamiento como protagonistas. Por entonces la mortalidad por tuberculosis alcanzaba cifras de hasta el 25%.
Mas cerca y reciente en el tiempo, en Burgos, en 1930, según el Boletín Técnico de la Dirección General de Sanidad se produjeron trescientos fallecimientos (4,1% de la mortalidad en ese año).
Actualmente se declaran unos 80.000 casos en Europa y la enfermedad aún supone un desafío para su control por los problemas sociales, las inmunodeficiencias y las resistencias a los antibióticos.
¡Consérvate bueno!
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sábado, 28 de abril de 2012
EL GALGO, LA LIEBRE Y LA LEISHMANIASIS
Hoy comenzaré contando un cuento : EL GALGO.
Llano, silencioso, largo como el invierno, o como el alma de un niño. Desnudo, lampiño, afilado, preso de la soledad del páramo, recorre las veredas bajo nubes borrascosas que cuelgan del cielo hacia donde el can apacenta sus ojos. Por un instante se detiene, avizora, husmea…, como meditando el tedio de la vida; después, cabizbajo, con zancadas ágiles, reanuda la marcha cuando empieza a nevar sobre aquel alma arrecida. Está más estrecho que la “ley de fuga” -dice mi padre-. Es ligero como los pensamientos –dice mi madre. Noble, fiel -como un jacinto retrato de obedientes- el pobre galgo arrastra su triste figura como un atleta derrotado. Desconfiado, solitario, al atardecer de cada día llega hasta la era y encama bajo un bidón, junto a una leñera, en las bodegas. Y al amanecer de cada día se da la tusa entre Quintanilla del Agua y Lerma: come en el basurero al mediodía; después sestea; más tarde sortea la granja de Báscones sin disputar la comida a los buitres. Y pasea con sus patas flacas, bordeando el monte, junto a una casa deshabitada. Al final el galgo atraviesa las Rozas, salta el arroyo volando como los pájaros y persigue a las liebres centelleando en la meseta según el talento de su instinto. El galgo, aunque no ladra, parece lamentar su pasado venturoso y su desdichado presente. Tímido, reservado, gentil, de color barcino y ojos pequeños y almendrados, acomoda sus huesos sobre la paja. El lebrel no tiene a nadie. No cuelga tanganillo. Por no dar, no da ni sombra. Es un espíritu que solo da pena –diría la poetisa Gloria-. Allí, dormitando, bajo un claustro de hojalata.
Te preguntarás, curioso lector, por qué escribo este cuento sobre un galgo, y sobre liebres… ¿Y la Leishmaniasis?
Pues porque no podemos vivir larga vida libre de incomodidades. En Castilla y León ya padecimos una zoonosis que tuvo como protagonistas los topillos y las liebres. Y ahora es la Comunidad de Madrid la que sufre una epidemia de Leishmaniasis ocasionada por un protozoo: Leishmania infantum. El reservorio de importancia veterinaria es el perro doméstico como hospedador vertebrado. Pudiera ser un galgo como el de la foto. Pero no; quedan pocos en zonas periurbanas de Fuenlabrada, Leganés y Getafe. Y aún menos cazadores. Pero el protagonista vuelve a ser la liebre como reservorio mamífero sinantrópico (próximo al hombre) en aquellas hectáreas de parque con superpoblación de lebratos que sufren elevada prevalencia de infección.
¿Y el vector transmisor? Pues la mosca de la arena (sandflies), un Phlebotomus perniciosus que sirve de hospedador invertebrado al protozoo. Los mosquitos se reproducen de mayo a octubre y son activos al atardecer, sin viento, zigzageando alrededor de los focos. Eso sí, tienen la deferencia de picar sin dolor. Hasta la fecha se han declarado más de 240 casos en Madrid en los dos últimos años. En los tres últimos años, en Burgos, únicamente se han declarado dos casos (al mosquito vector no parece gustarle el frío de Burgos). Pero el tránsito de perros entre países, los cambios en los ecosistemas (temperatura y urbanización) y el aumento de población inmunodeprimida obligan a estrechar la vigilancia de esta enfermedad que es endémica en los países del Mediterraneo.
Llano, silencioso, largo como el invierno, o como el alma de un niño. Desnudo, lampiño, afilado, preso de la soledad del páramo, recorre las veredas bajo nubes borrascosas que cuelgan del cielo hacia donde el can apacenta sus ojos. Por un instante se detiene, avizora, husmea…, como meditando el tedio de la vida; después, cabizbajo, con zancadas ágiles, reanuda la marcha cuando empieza a nevar sobre aquel alma arrecida. Está más estrecho que la “ley de fuga” -dice mi padre-. Es ligero como los pensamientos –dice mi madre. Noble, fiel -como un jacinto retrato de obedientes- el pobre galgo arrastra su triste figura como un atleta derrotado. Desconfiado, solitario, al atardecer de cada día llega hasta la era y encama bajo un bidón, junto a una leñera, en las bodegas. Y al amanecer de cada día se da la tusa entre Quintanilla del Agua y Lerma: come en el basurero al mediodía; después sestea; más tarde sortea la granja de Báscones sin disputar la comida a los buitres. Y pasea con sus patas flacas, bordeando el monte, junto a una casa deshabitada. Al final el galgo atraviesa las Rozas, salta el arroyo volando como los pájaros y persigue a las liebres centelleando en la meseta según el talento de su instinto. El galgo, aunque no ladra, parece lamentar su pasado venturoso y su desdichado presente. Tímido, reservado, gentil, de color barcino y ojos pequeños y almendrados, acomoda sus huesos sobre la paja. El lebrel no tiene a nadie. No cuelga tanganillo. Por no dar, no da ni sombra. Es un espíritu que solo da pena –diría la poetisa Gloria-. Allí, dormitando, bajo un claustro de hojalata.
Te preguntarás, curioso lector, por qué escribo este cuento sobre un galgo, y sobre liebres… ¿Y la Leishmaniasis?
Pues porque no podemos vivir larga vida libre de incomodidades. En Castilla y León ya padecimos una zoonosis que tuvo como protagonistas los topillos y las liebres. Y ahora es la Comunidad de Madrid la que sufre una epidemia de Leishmaniasis ocasionada por un protozoo: Leishmania infantum. El reservorio de importancia veterinaria es el perro doméstico como hospedador vertebrado. Pudiera ser un galgo como el de la foto. Pero no; quedan pocos en zonas periurbanas de Fuenlabrada, Leganés y Getafe. Y aún menos cazadores. Pero el protagonista vuelve a ser la liebre como reservorio mamífero sinantrópico (próximo al hombre) en aquellas hectáreas de parque con superpoblación de lebratos que sufren elevada prevalencia de infección.
¿Y el vector transmisor? Pues la mosca de la arena (sandflies), un Phlebotomus perniciosus que sirve de hospedador invertebrado al protozoo. Los mosquitos se reproducen de mayo a octubre y son activos al atardecer, sin viento, zigzageando alrededor de los focos. Eso sí, tienen la deferencia de picar sin dolor. Hasta la fecha se han declarado más de 240 casos en Madrid en los dos últimos años. En los tres últimos años, en Burgos, únicamente se han declarado dos casos (al mosquito vector no parece gustarle el frío de Burgos). Pero el tránsito de perros entre países, los cambios en los ecosistemas (temperatura y urbanización) y el aumento de población inmunodeprimida obligan a estrechar la vigilancia de esta enfermedad que es endémica en los países del Mediterraneo.
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jueves, 19 de abril de 2012
BELLEZA Y CREATIVIDAD EN EL ARLANZA. EL ARAGONITO
El pasado domingo 15 de abril visité junto a mis hijos las formaciones rocosas que están junto a la “Laguna”, en la carretera de Tordueles, un bello rincón entre sabinas y viñas que solía frecuentar por Navidad - para adornar el Belén con musgo y piedras-. Esta vez fuimos a buscar las piedras preciosas que cuelgan de aquellas oquedades (dejo unas fotos de la mucosa de la boca y el diente) que, como cuévanos, miran al río. Y es verdad que las rocas parecen dientes refulgentes que lucen entre las fauces pues, en realidad, estas joyas son verdaderos esmaltes de carbonato cálcico (CaCO3). Las cuevas a veces se visten de domingo y lucen aragonito, otras se visten de diario y lucen calcita. El nombre de aragonito procede de Molina de Aragón (Guadalajara) y los mineros lo llamaban la "flor de hierro". Pero esta mucosa de calcio –espeleotemas- ha sido esculpida por el agua dejando señales acuñadas en rocas y relieves que nos permiten comprender la belleza y los caprichos de las formas. El agua de lluvia se carga de anhídrido carbónico (CO2) y disuelve la roca caliza agrandando estas fisuras y oquedades.
En Quintanilla del Agua existen fósiles marinos desde el periodo Triásico (200 millones de años), después de la escisión del unico Continente Pangea, pero será desde el Cretácico - entre 145 y 65 millones de años, cuando los dinosaurios- cuando el agua esculpa nuestra historia en el valle (el material para construir las ermitas, los escudos y los capiteles). Aunque no es unicamente la geología quien crea la belleza. O quizá si pues la máxima expresión de la creatividad en la naturaleza está encarnada en el hombre. Así, es la geología –como intuyó Charles Lyell influyendo en las ideas de Darwin - el cambio en el medio, quien obliga a cambiar y evolucionar a los seres vivos. Y es ahora cuando el hombre exhibe la creatividad como herramienta de conocimiento para explorar y esculpir nuevos horizontes.
El hombre posee esa capacidad simbólica (el lenguaje, el arte, el rito…), la capacidad tecnológica (fabrica herramientas), la capacidad de aprender y la conciencia individual y social. Y aunque los animales también poseen capacidad simbólica (se comunican por sonidos, cánticos, se adornan…), y, asimismo, fabrican herramientas (chimpancés cazan termitas con palos y el Corvus moneduloides en Oceanía dobla alambres para procurarse alimento entre las grietas) e incluso aprenden, es la creatividad paradigma del hombre.
Hasta el s.XIX el arte significó “técnica”, artesanía, mas vinculada a la estética, a la contemplación de los cánones de belleza, de lo sublime. No será hasta las vanguardias cuando el artista adquiera la capacidad de innovar, de crear, de participar activamente en la creación de una nueva imagen del mundo que nos rodea. Hoy se habla de las bases biológicas de esa capacidad que saca partido al funcionamiento de nuestro sistema visual.
¿Qué necesita el hombre para usar la creatividad como forma de conocimiento?
Pues motivación, persevarancia, flexibilidad mental (tener siempre abiertos los problemas esperando la inspiración que los anglosajones dicen llega con las tres “b” (bed, bath and bus) –en la cama, en el baño y en elos viajes- y mediante el pensamiento analógico –percibir igual lo diferente- Este tipo de pensamiento es muy útil para la divulgación porque ¿Qué mejor manera de explicar el átomo que con el sistema solar? ¿Y el ADN como molécula en forma de escalera de caracol y pasamanos de azúcar?
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lunes, 26 de marzo de 2012
RELIGIÓN Y CIENCIA
Piadoso lector:
Aquí estoy, de nuevo, hablando sin ser interrumpido. Si me prestas atención, te contaré…
Que ya es primavera, que mi hija se encuentra entusiasmada preparando el viaje de estudios camino de Roma y que me dispongo a escribirte una nueva carta.
Esta vez opinaré para mejorar la percepción social de la ciencia aunque, muchas veces, lo que interesa a las personas son más las informaciones mediáticas que las sesudas reflexiones, sean éstas sobre la salud, la naturaleza o el tiempo.
Los avances científicos conllevan exigencias éticas, nuevos retos que nos obligan a comunicar dichos descubrimientos a la sociedad, a un ciudadano que exige una explicación de las cosas (en medicina está el “power patient”, el poder del paciente). Además, dicha información ha de ser transmitida con confianza, veracidad y transparencia. Pero… ¿qué verdad?
El pasado fin de semana leía, en el Diario de Burgos, una entrevista al Obispo Burgalés de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, Ilmo. Sr. D. Raúl Berzosa, en la que manifestaba que ciencia y religión no eran excluyentes. Y estoy de acuerdo con este enunciado del humilde vigilante. Y digo humilde porque su jurisdicción apenas alcanza las 35.000 almas; y vigilante, por el cargo –aunque no puedo disimular una sonrisa cuando pienso en mi colega, el epidemiólogo de Soria, también vigilante, cuando le espetamos que goza del privilegio o bula de poder prescindir de las tasas ya que su jurisdicción para la vigilancia epidemiológica apenas alcanza las 100.000 almas.
Existen coincidencias entre religión y ciencia. La humildad es un bien en la religión, pero tanto más lo es en la ciencia donde la duda es la que nos ayuda a avanzar. La ciencia nunca da nada por definitivo y ahí radica, precisamente, el secreto de su éxito. Otra coincidencia es que ambas, ciencia y religión, hoy se ven perseguidas por defender argumentos universales y globalizados. Así que nos dice el Sr. Obispo que ciencia y religión son complementarias y compañeras de viaje en el misterio de la vida (como las golondrinas que ilustran el post). Compañeras sí, en buscar la verdad, pero ambas siguen un camino (método) distinto y aquí radica la principal diferencia.
También me llamó la atención su propuesta filosófica por la que jerarquiza al hombre según su nivel de pasiones: el erotismo –la más baja-; el poder político, después; luego la ciencia; más tarde el arte y, por último, el misticismo –la pasión suprema, nos dice. Pero yo preferiría aquella otra taxonomía que nos ayuda a entender las cosas. Una visión de Einstein sobre el amor y el conocimiento: “al principio todo el conocimiento está puesto en el amor; después, todo el amor está puesto en el conocimiento”. O bien, parafraseando a Chéjov, aquello de “hay más amor al hombre en la electricidad que en la castidad”.
Vamos, que la vida del hombre más que medirla según un “índice de pasión” o “un “indicador de amor”, merece tratarse como una variable sintética en función de otras, como puede ser el camino o el método de adquirir conocimiento, que, como dice el obispo, no tiene por qué acercarnos ni alejarnos de Dios.
La religión se convierte, así, en una forma honrada de adquirir conocimiento y quienes se han entregado a la alabanza de Dios con sus virtudes han contribuido, también, al progreso común. Pero la religión sigue otros métodos en su búsqueda de la verdad, sigue otro camino como es el dogma y la autoridad.
También busca la verdad el arte –ese imaginar la realidad- que es fuente de inspiración para todos nosotros ya se trate de simplemente hacer bien las cosas, o de imitar a la naturaleza (realismo). Si queremos representar un mundo de soledad, de aislamiento, de angustia… ahí tenemos a Hopper, a Hitchcock, a los expresionistas.
Ciertamente, aunque siguen caminos diferentes, no son incompatibles ciencia y religión, bien sea la creencia en un Dios personal como en un Dios Einsteniano –metáfora de los secretos que esconde la naturaleza-.
Pero lo que verdaderamente le hará feliz al Ilmo. Sr. Obispo, como a mi hija, es aquello de "todos los caminos conducen a Roma".
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lunes, 20 de febrero de 2012
BIRD WATCHING. JUANTXU: LAS AVES, EL COLOR DE SUS VIDAS
El pasado sábado 11 de febrero asistí en Burgos a la exposición “Las aves, el color de sus vidas” guiada por el autor, el profesor mirandés, licenciado en Bellas Artes, Juan Antonio García Pérez (Juantxu). Un viaje por el fascinante mundo de la ornitología que el naturalista cultiva mediante la fotografía con telescopio (digiscoping). Me acompañaron mis sobrinos Israel y Darío Yáñez, entusiastas aficionados a observar, contar –en sentido literal y en sus blogs- y fotografiar aves. En Quintanilla del Agua no somos pocos quienes nos consideramos apasionados de la naturaleza – Lolo Mata, Ángel Velasco, Fernando Román, Javier Santamaría… -, quizá imbuidos de aquel espíritu que nos transmitió el amigo Félix Rodríguez de la Fuente, o bien por las enseñanzas -también sobre el mundo de las aves- de quien fue nuestro maestro Don Daniel Sadornil (D.E.P.), o bien por esos parajes y ecosistemas que disfrutamos en el Arlanza.
Los pajareros únicamente necesitan ojos, oídos y cerebro para observar aves (birding), pero esta artística afición no está lejos de la ciencia ya que en cualquier estudio observacional siempre subyace una intencionalidad analítica. Y no son sólo unos nostálgicos y románticos de la biodiversidad y la protección de la naturaleza, sino que esta afición supone, además, una oportunidad para la ciencia popular, para involucrarse en proyectos como “BirdWorld”, de la Royal Society for the Protection of Birds, (www. rspb.org.uk), que cuenta con más de un millón de miembros Y que les permite participar en proyectos científicos de la naturaleza.
Aunque para nostalgia de pájaros las imágenes que guardo en la dulcedumbre memoria de mi infancia. Recuerdo al “tío Pajarero”, aquel hombre menudo, de tez lechosa, que veraneaba junto al bar Plácido-en la carretera- ataviado de un traje de lino blanquecino y sombrero Panamá a juego. A los chicos del pueblo aquel veraneante nos parecía otra ave exótica más entre aquellas que estaban de paso, como una golondrina trajeada entregada a su tarea diaria: ir a la Fuente de Vallidiez a cazar con liga los sietecolores, los colorines (como se conocen en Burgos los jilgueros). O qué decir de otra imagen, en sepia, de aquellas tardes en bicicleta, con mi primo Luis (D.E.P.), a la búsqueda y captura de nuestro ave del paraíso –el abejaruco- en los taludes del río Arlanza. O aquella otra, ahora en blanco y negro, de una tarde de domingo –íbamos por Jalón “el mellizo”, “el colorín”. Javier Santamaría y yo- en la que pude presenciar una pelea fantástica: dos parientes, un lagarto y una picaza, se disputaban encarnizadamente la rama de un árbol.
Sí, he dicho bien, parientes. ¿Acaso las aves no son otra cosa que reptiles o dinosaurios con alas? Fijémonos en las escamas de las patas de las gallinas, o en que ambas especies depositan huevos, o en las membranas nictitantes de los ojos –muy grandes a expensas del olfato-, o en que los glóbulos rojos de ambas especies contienen núcleo.
Y… ¿qué decir de las plumas? Pues que evolucionaron a partir de escamas y que su función originaria era la de dar calor antes que volar –nuevas estructuras suelen emerger de viejos genes-. Y la forma y el color de las mismas permiten el comportamiento social y sexual de las aves adquiriendo las funciones de cortejo y camuflaje (esas señales o semántica de los colores brillantes). Las aves presentan unos conos especiales en la retina que les permiten percibir desde colores infrarrojos (de longitud de onda hasta el mm, o radiaciones calóricas como las que emiten los mamíferos según su temperatura), hasta percibir radiaciones ultravioleta o luz negra (de longitud de onda de unos cientos de átomos que se hacen visibles con ciertos materiales como orina o sangre).
Con las explicaciones de Juantxu revivimos todas estas estrategias de supervivencia de las aves. Una tarde para la consiliencia entre la ciencia y el arte.
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martes, 7 de febrero de 2012
KATMANDÚ: UN ESPEJO EN EL CIELO
El pasado jueves dos de febrero, la comunidad educativa de Burgos ha tenido otra oportunidad de disfrutar de una “premier” gracias al esfuerzo y al entusiasmo de quien ya consideramos nuestra maestra Julita Fernández, de ese proyecto de ensueño sobre cine y educación. Nos encontramos, de nuevo, ante otra película de Iciar Bollaín :”Katmandú, un espejo en el cielo”, de una directora con profunda sensibilidad social que no se resigna a las iniquidades de este mundo.
La película nos habla de muchas cosas: de educación sí, pero también de desigualdades, de pobreza, de tradición, de religión, de castas, de relaciones entre sexos, de tolerancia, corrupción... A mi me ha parecido un documental de gran belleza plástica que aborda temas sociales tan diferentes y difíciles, temas tan sensibles que corren el peligro de caer en el cliché o en el tópico porque, por ejemplo, no cabe únicamente analizar la situación de un país como Nepal desde las influencias de China (papel de un estado fuerte) o de India (influencia económica); o, de otra forma, en estos temas tampoco caben las ideologías izquierdas (se apropiaron de ideas fuerza como igualdad y ahora solidaridad) ó derechas (asociadas al liberalismo y el individualismo).
A mi juicio la aventura y el proyecto de Laia, la actriz que representa a la maestra catalana, lo que trata es hacernos reflexionar y motivar, como ciudadanos, sobre la conquista de un derecho -para no caer en la falacia naturalista de confundir el “deber ser con el ser”, pues los derechos no existen en la naturaleza, se conquistan-; derechos como la educación, que abren la puerta a otros derechos.
Sobre la igualdad cabe apuntar que es una quimera, algo imposible -como ocurre en biología-, por lo que se trataría de considerarla mas bien un medio que un fin. Igualdad de oportunidades para el acceso a una educación universal como derecho de desarrollo personal. Y mas que igualdad lo que se ve en todos los países es diversidad, pueblos nómadas, con otras religiones, lenguas… como el marido de Laia y su amiga Sharmila, que le dan una lección de realismo a esta maestra abnegada e individualista que llega con la misión altruista de arreglar el mundo, que les dice a las madres de las chabolas que si sus hijos no estudian únicamente podrán cargar arena.
Sobre el altruismo y la solidaridad entiendo que la maestra, como una Quijote, llega dispuesta a castigar agravios, enderezar entuertos y amparar doncellas. Hasta se casa por conveniencia y, aunque la historia acabe en un drama, la mayor recompensa de Laia será rescatar de los infiernos de la esclavitud sexual a una de sus alumnas.
Respecto del papel de la sociedad civil y de las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) me llamó la atención la escena, quizá por el laicismo militante actual en Europa, en la que se critica a la Iglesia (hoy perseguida en la India) cuando una monja impide a una niña ir al patio a cantar con las demás. Y es que muchas ONGs no están exentas de crítica ya que muchas son gubernamentales, subvencionadas y utilizadas por las administraciones y convertidas en mercado, pues aunque resulta paradójico siempre nos enorgullecemos de las ONGs y aborrecemos la política exterior de nuestros países.
La educación, además de conocimientos conlleva un discurso moral. Quizá Laia deja en Nepal su compromiso personal, ofrece su proyecto pedagógico pero, en este viaje personal, también ella se beneficia y aprende valores, como los de su marido (el cuidado de la familia), los de su amiga Sharmila (la tradición), los de las madres que sentencian aquello de que “si nuestros hijos no trabajan no comen”. En las sociedades tradicionales la mujer se lleva la peor parte, pero no podemos caer en un relativismo mediante el que pensemos que vivimos en un infierno moral. Debemos entendernos y cooperar.
Por último me parece un hecho destacable de la película la enseñanza en inglés, en ese intento por dar “luz”, por ofrecer a los niños una vida plena y civilizada. A mi juicio hoy, cuando todos los estados son multiculturales y multiétnicos, enseñar en inglés se convierte en una esperanza para el desarrollo personal. Si en España, donde se hablan cuatro lenguas, muchos nacionalistas se empeñan en el conflicto, que dicen inevitable, entre esas lenguas periféricas y la oficial, a pesar del acuerdo constitucional de su uso..., ¿que pasaría en Nepal con cientos de castas y dialectos?
En resumen, una idea humilde que podemos transmitir después de saborear la película puede ser la de que los pueblos necesitan ayuda pero para poder decidir sobre su propio destino. Que debemos enjuiciar el presente, pero el futuro está por hacer (Nepal aún padece un 40% de analfabetismo, aunque ha conseguido escolarizar al 90% de los niños). Unos pensarán en la necesidad de un estado fuerte, paternalista (Hobbesiano), otros, un estado más utilitarista, liberal, en la búsqueda de una educación accesible, aceptable y adaptable. Porque la causa mas importante de no escolarización es la guerra como la que ha sufrido Nepal. Katmandú, un espejo para la esperanza.
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